“Objetivo cumplido en San Luis”, sintetizó un vocero gubernamental para minimizar los incidentes que se produjeron ayer en esa provincia -uno en el aeropuerto y otro en el centro de la capital- durante la primera visita de Mauricio Macri a tierras puntanas desde que asumió la primera magistratura.
Las manifestaciones se produjeron durante el arribo de Macri al aeropuerto puntano y cuando visitó un centro de jubilados ubicado en el centro de la capital provincial. En ambas protestas se observó a integrantes de la CTA, del gremio estatal ATE y también, según confiaron fuentes locales, a militantes del gobernador Alberto Rodríguez Saá.
‘En una de las protestas se lo vio al diputado provincial Luis Martínez, que responde al gobernador’, contó ayer a este diario una fuente que conoce bien la política puntana.
Macri llegó a San Luis para inaugurar una planta de efluentes cloacales que beneficia a las viviendas de la capital y también para dar un espaldarazo a sus posibles candidatos en las legislativas de este año: el ex gobernador y aliado de los Rodríguez Saá, Claudio Poggi (PJ), y José Riccardo (UCR).
La tensa relación de la Casa Rosada con el Ejecutivo local hizo que el mandatario provincial no sólo no fuera a recibir a Macri sino que tampoco participara de ninguno de los actos. El que sí dijo presente en el aeropuerto fue el intendente local, el kirchnerista Enrique Ponce, que se ligó alguno de los huevazos que los manifestantes arrojaron contra la comitiva presidencial.
Con pancartas, globos negros y cánticos con insultos, unas 60 personas protestaron por la llegada del primer mandatario. De todas formas, nunca pudieron acercarse a los funcionarios por el cordón de seguridad. ‘No hubo nada próximo al presidente, no he tenido ninguna repercusión. No fueron hechos graves y tampoco se supo que estén identificados partidariamente’, contó un agente que participa en la diagramación de los anillos de seguridad en los viajes del jefe de estado. Cerca del centro de jubilados ubicado que visitó Macri, a dos cuadras de la Plaza Pringles de esa capital, se concentró un grupo más numeroso que, con cánticos con insultos y huevazos, intentó ensombrecer el acto oficial.
En Casa Rosada le restaron importancia a los disturbios y se mostraron satisfechos con la primera visita oficial a esa provincia.
comentar