La noticia fue comunicado por el propio Rubén Orlando a través de su cuenta de WhatsApp: "Queridos Amigos...quiero decirles...que voy a acompañar al compañero Miguel Ángel Pichetto...en esta campaña política".
Pese a que el destacado peluquero y empresario no lo comunicó, es de suponer que el acompañamiento a Pichetto -el lider del Peronismo Republcano- será como candidato a concejal porteño debido a su trabajo continuo en los barrios más necesitados de la Ciudad de Buenos Aires.
Con la tijera en la mano
Rubén Orlando es uno de los estilistas más reconocidos de la Argentina. Por sus hábiles manos pasaron las cabelleras de políticos como Carlos Menem, su hija, Zulemita, algunos miembros de la familia de La Rúa y celebridades argentinas e internacionales como Liza Minelli, Alain Delon, Nino Ventura, Susana Giménez, Cacho Fontana, Puma Rodríguez, Julio Iglesias, entre otros.
Pero su vida dio un giro de 360° y de pasar de invertir un millón de dólares en un salón, pasó a no tener para comer. "Ahí fue cuando me fui a vivir a Brasil con mi ex mujer brasileña. Me instalé en una favela, donde tuve que aprender a hacer manzanas acarameladas para cambiarlas por cosas para vivir porque no me aceptaban en las peluquerías grandes".
Con esa experiencia de vida y de regreso a la Argentina, recordó sus orígenes humildes y decidió hacer algo por la gente de la villa 31, lugar del cual eran la mayoría de sus empleados en la época que tuvo 32 salones. "Un día se lo comenté a un taxista, y me dijo ‘conozco a una ONG para ayudar a los chicos de la 31. Ahí fui, presenté la idea y armamos la escuela donde ya se recibieron más de 600 personas en 10 años de este trabajo social", manifestó el estilista creador de la primera escuela de peluqueros en el Barrio 31.
Ahora, con su incorporación al partido de Pichetto, Orlando cumple otro de sus sueños: la posibilidad de ser legislador porteño.
Pichetto, un hombre con una cabellera escasa y complicada
Es sabido que el ex hombre fuerte del Senado tiene partes de su cabeza sin pelo y que a diario hace un enorme esfuerzo para cubrir esos faltantes con cabello lateral, al tiempo que ruega que no verse afectado por el viento.
Por ello, no sería aconsejable que Orlando pusiera en juego su prestigio como estilista. Debe pensar que a pesar de sus buenas intenciones y talento, los vecinos porteños podrían no darle el apoyo suficiente para ser concejal. Por ello, debería aclarar que no es ni será el responsable del peinado de Pichetto. Si no lo hiciera, es casi seguro que no tendría retorno al estilismo.