El presidente participó por sorpresa en una transmisión en vivo de Neura, acompañado por su mastín Conan. La escena reavivó su particular vínculo con sus perros clonados y sumó visibilidad a una colecta para refugios.
En una escena que combinó sorpresa, emotividad, activismo animal y la ya característica impronta mediática de Javier Milei, el Presidente irrumpió este domingo en una transmisión en vivo de Neura, el canal de streaming fundado por Alejandro Fantino, para participar de una colecta solidaria destinada a ayudar a refugios de animales.
El mandatario llegó al estudio ubicado en Palermo acompañado de su mastín inglés Conan, al que presentó como “uno de mis cinco hijos de cuatro patas”. La aparición fue inesperada y se produjo en el marco de una campaña solidaria a beneficio de las organizaciones Patitas de la Calle y Huellas del Sur, que trabajan con animales rescatados y en situación de calle.
Vestido con su habitual mameluco azul de YPF, Milei se sentó en la mesa junto a los conductores y dialogó sobre su vínculo con los animales y, particularmente, sobre la historia de Conan, su perro más emblemático. A su lado estuvo también su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, quien sostuvo en brazos a Thor, otro de los canes de la familia presidencial.
Conan fue adoptado por Milei en 2004 y falleció en 2017. Desde entonces, el economista libertario -que llegó a la presidencia en 2023- ha manifestado en múltiples oportunidades que ese animal fue su “mejor amigo”, su “gran amor” y su “hijo del alma”. Su figura marcó emocional, espiritual y simbólicamente la vida del mandatario, al punto de convertirse en una especie de consejero místico en sus relatos.
El vínculo no terminó con la muerte. Tras la partida del perro original, Milei recurrió a un médium para seguir comunicándose con él y llegó a asegurar que Conan lo acompaña “junto a Dios”. Más aún: en 2018, financió un proceso de clonación a través de la empresa estadounidense PerPETuate Inc., por un costo de 50.000 dólares. De esa experiencia nacieron seis nuevos mastines, entre ellos un nuevo Conan y otros bautizados con nombres que remiten a figuras clave de su pensamiento económico: Milton, Murray, Robert y Lucas, en honor a Friedman, Rothbard, Barro y Lucas Jr. El sexto cachorro, Angelito, falleció poco después de su nacimiento.
Milei considera a estos animales como su familia directa. No se refiere a ellos como mascotas, sino como “hijos” y “nietos” del Conan original. En distintas entrevistas aseguró que los consulta en temas personales y políticos, y les asigna roles específicos en su toma de decisiones. Según explicó, Milton se especializa en análisis político, Murray en economía, Robert en tendencias futuras y Conan —el más importante de todos— es su guía espiritual.
La aparición en Neura no solo reactivó el imaginario que el presidente construyó alrededor de sus “hijos de cuatro patas”, sino que también buscó capitalizar su presencia para promover una causa solidaria. Con la exposición mediática, la colecta logró amplificar su llegada y reforzó la agenda de protección animal, un tema que, aunque no forma parte del núcleo duro de la gestión libertaria, sí tiene resonancia social.
La escena volvió a mostrar el estilo disruptivo y personalista del jefe de Estado, que fusiona símbolos íntimos con gestos públicos, sin separación clara entre lo institucional y lo emocional. En este caso, lo privado —la relación casi mística con Conan— se puso al servicio de lo público, a través de una acción solidaria con alta carga simbólica.
En plena reconfiguración de su frente político y con frentes abiertos tanto en el Congreso como en la calle, Milei optó por enviar un mensaje desde otro lugar: menos confrontativo, más personal, aunque igualmente cargado de significados. Entre mastines, streaming y donaciones, el presidente volvió a escena con sus marcas de origen intactas.