La ministra de Seguridad dijo; “no podemos aceptar conductas de personas que hayan recibido plata de narcotraficantes”. Se refería a José Luis Espert, por una investigación que avanza en Estados Unidos y se refiere a aportes de la campaña 2019 vinculados al narco Fred Machado. La interna golpea al oficialismo a semanas de las legislativas.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, lanzó este miércoles un mensaje de alto voltaje político en medio de la interna del oficialismo al advertir que “no podemos aceptar conductas de personas que hayan recibido plata de narcotraficantes”. Lo dijo en radio La Red, en directa referencia a José Luis Espert, primer candidato a diputado nacional por La Libertad Avanza, a quien el dirigente social Juan Grabois acusó de haber financiado su campaña presidencial de 2019 con aportes vinculados al crimen organizado. La definición de Bullrich desató especulaciones sobre un choque dentro del gobierno, justo cuando el oficialismo busca cohesión de cara a las legislativas de octubre.
“ Es muy importante aclarar la situación ya. Ya hay que aclararla”, dijo la ministra, que además remarcó que el Gobierno no tolerará vínculos ni sospechas con el narcotráfico. “Nosotros, que combatimos con todo al narco, no podemos aceptar conductas de personas que hayan recibido plata”, subrayó. Consultada sobre la continuidad de Espert en las listas, evitó blindarlo y dejó flotando la incógnita: “ Hace falta una explicación, y es importante conocerla”.
Las palabras de Bullrich llegan luego de que Juan Grabois denunciara públicamente que la campaña presidencial de Espert en 2019 habría recibido fondos de Fred Machado, empresario argentino con residencia en Estados Unidos acusado de conexiones con cárteles de la droga. La causa se tramita en la Justicia norteamericana, donde Machado enfrenta cargos por lavado y narcotráfico.
El eje de la acusación es que parte del financiamiento electoral de Espert se habría canalizado a través de empresas pantalla, con aportes encubiertos que la Justicia Electoral argentina no llegó a detectar en aquel momento. Grabois sostuvo en entrevistas recientes que existen pruebas de esas transferencias y pidió que Espert se aparte de la política hasta que el caso quede esclarecido.
Espert, por su parte, negó los señalamientos y aseguró que su campaña de 2019 “fue financiada en forma transparente”. Cercanos al diputado liberal plantean que se trata de una maniobra política para debilitarlo justo cuando se consolidaba como referente económico del oficialismo en el Congreso.
Dentro del gobierno, sin embargo, la respuesta de Bullrich generó ruido. Algunos funcionarios interpretan que la ministra buscó marcar territorio y despegar la gestión de Milei de cualquier sospecha. Otros señalan que la salida pública contra Espert desnuda la falta de coordinación interna y expone a la alianza oficialista en un momento de fragilidad económica y social. No falto quien se quejara de las declaraciones de la ministra en los despachos de la Casa Rosada.
Tal vez por eso, horas mas tarde, cuando brindo una conferencia de prensa por la detención de “Pequeño J” en el marco del triple crimen de Florencio Varela, Bullrich bajo un poco los decibeles y remarco que Espert había tenido trato con el narco Fred Machado en 2019, antes de que fuera imputado en Estados Unidos, por lo que podía desconocer su actividad.
“Esto significa que Espert puede perfectamente plantear que en el momento en que él utilizó un avión, no había ninguna imputación contra esta persona. Podía haber sospechas, pero no había imputaciones, esto es un dato objetivo, no subjetivo", señaló la ministra de Seguridad.
“Esto se supo en 2019 cuando todavía Machado, que hoy sí está imputado, detenido y a punto de ser extraditado a EE.UU., en 2019 cuando mantiene a partir de una relación empresarial , una comunicación o el uso de un avión de Espert, en ese momento no estaba imputado. Es un dato que nosotros como Ministerio de Seguridad nacional y en contacto con autoridades americanas se lo podemos confirmar”, dijo Bullrich a la prensa.
El presidente Milei, hasta ahora, evitó pronunciarse de manera directa sobre la polémica. En la Casa Rosada descuentan que buscará cerrar filas, pero no está claro si respaldará a Espert o si le exigirá explicaciones más formales. En paralelo, los adversarios políticos aprovechan el escándalo para golpear al Gobierno, que intenta mostrarse como adalid de la “lucha contra la casta y la corrupción”.
El expediente en Estados Unidos avanza en paralelo y mantiene encendidas las alarmas. Si se confirmaran las transferencias ilegales, el golpe político para Espert sería devastador y el costo para el oficialismo aún mayor. Mientras tanto, la presión interna crece y las declaraciones de Patricia Bullrich abrieron un interrogante: ¿se encamina el Gobierno a sacrificar a uno de sus alfiles para evitar que el caso se transforme en un boomerang electoral?