Cada vez son más los jubilados que resultan estafados en todo el país con la creciente modalidad del cuento del tío en el que los delincuentes llaman por teléfono a la víctima, simulan ser un familiar y les inventan cambios inminentes en los billetes para luego llevarse sus ahorros.
Así lo advirtieron desde la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 21, cuyo titular Carlos Alberto Vasser indicó que los llamados se hacen en general en horarios que varían entre las 10 y las 15, dirigidos a adultos mayores de entre 65 y 99 años.
“Se los alerta sobre inminentes medidas económicas, corridas bancarias o les dicen que la moneda va a dejar de circular o que tienen que cambiar los billetes porque cambia la numeración, el rostro o la línea de color. Y los convencen con la necesidad de preservar los ahorros”, explicó Vasser.
El especialista puso como ejemplo la causa que investiga en la que seis personas de la comunidad gitana están acusadas por cometer al menos 30 hechos de esta modalidad entre octubre de 2015 y abril de este año, que se repite en otras bandas que todavía no fueron detenidas.
La estafa que replicaban los gitanos consistía en llamar y meter miedo a los jubilados y luego enviar a una persona al domicilio del damnificado para hacer la operación o incluso llevarlos al banco para que sacaran sus bienes de las cajas de seguridad.
“Les dicen que va a ir un contador amigo de la familia a retirar el dinero por el domicilio. Dicen que es un amigo de la familia y que no corten la comunicación, como si fuera una excepción que hacen por ellos”, confió Vasser y precisó que en el caso de los gitanos usaban el nombre de Carlos Díaz, variando a veces a apellidos como González, Fernández o Sandoval.
Por todo esto, el fiscal sentenció: “De forma preventiva, corresponde alertar a la ciudadanía para que se instruya a nuestros adultos mayores a que corten la comunicación telefónica cuando la persona del otro lado haga referencia a este tipo de medidas”.
“Los delincuentes despliegan un ardid, con mucho intercambio de número de cuentas y supuestos códigos de seguridad, para llevar a la confusión del abuelo. Por eso es importante advertirles, para que, si les pasa, corten inmediatamente y se comuniquen con el familiar más cercano y luego con la comisaría”, concluyó.
Según un estudio de la ONG Defendamos la República Argentina, fueron más de 800 abuelos los estafados durante el año pasado, algunos de ellos incluso en casos peores en los que perdieron sus casas.
En San Pedro, con este tipo de estafa, un grupo de delincuentes se llevó en las últimas horas 70 mil pesos de la casa de una jubilada de 86 años.
Los ladrones se hicieron pasar por el nieto de la víctima y le dijeron que una amiga contadora de sus padres les advirtió que “hay que cambiar la plata, porque no sirve más”.
Delia accedió, a pesar de que a su hermana de Quilmes le habían hecho el cuento del tío hace poco y eso le hizo resistirse a la idea en un principio. Finalmente, le entregó los 70 mil pesos que tenía ahorrados a un supuesto amigo de su yerno, al que habían identificado como Facundo González.
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