Roberto Baratta fue mano derecha de Julio de Vido en el Ministerio de Planificación Federal durante el mandato de Cristina Fernández de Kirchner y hoy es uno de los once detenidos en la megacausa por presunta corrupción en obras públicas a cargo del juez Claudio Bonadio.
Una de sus principales funciones en la mencionada cartera era gestionar la relación con empresas y el Gobierno.
Una de las cosas más sorprendentes en la carrera de Baratta es que, hace 15 años, manejaba un taxi y vendía quiniela.
Según relata el diario La Nación, el propio Baratta se encontró a Néstor Kirchner en un bar de barrio norte y allí le pidió trabajo. En ese momento, el ex Presidente de la Nación (en ese momento candidato) lo mandó a hablar con De Vido.
Rápidamente, se transformó en la persona que más cerca estuvo del ex ministro. Lo involucró como una de las persona de su confianza y, desde allí, se transformó en uno de los más influyentes.
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