La vicepresidenta tiene agenda propia. Su relación con Karina Milei está rota. Con el Presidente sigue el vínculo, pero un tano esmerilado.
Pocas horas antes de quedar a cargo del Ejecutivo -por el viaje que Javier Milei emprendería a Francia para participar de la inauguración de los Juegos Olímpicos- la vicepresidenta Victoria Villarruel decidió ir a la Exposición Rural donde habló de su relación con el Presidente, tras la tensión de los últimos días.
“Excelente” fue lo que respondió cuando le consultaron cómo está el vínculo. Pero evitó hacer mención a la polémica desatada en los últimos días por sus comentarios en defensa de los jugadores de la selección argentina que afectaron en vínculo con Francia. Justo cuando Milei casi tenía un pie en el avión para viajar a Paris donde se reunirá este viernes con Emmanuel Macron.
En realidad, hace ya dos largas semanas que Victoria Villarruel y Javier Milei no hablan. Más precisamente desde el acto del 9 de julio pasado, cuando se vieron las caras en Tucumán en la celebración en la que el Gobierno logró que la mayoría de los gobernadores adhiera al tan mentado Pacto de Mayo, que llegó en julio. Desde entonces, presidente y vice no han hablado, algo que fue confirmado por el propio vocero presidencial, Manuel Adorni, hace pocos días en su habitual conferencia de prensa.
Sin embargo, Villarruel eligió calificar como “excelente” su relación con Milei cuando se lo preguntaron en el marco de su recorrida por la Rural, una muestra a la que el presidente asistirá recién el próximo domingo cuando vuelva de Francia. Por las dudas, Villarruel ya confirmó que el domingo estará allí de nuevo acompañando al Presidente.
En su paso por la Rural, la vicepresidente eligió mostrarse conciliadora y evitó pronunciarse sobre los roces que ocurrieron en los últimos días cuando ella salió a dar su apoyo al Seleccionado de fútbol con un tuit que calificó a Francia como un país “colonialista”. Aunque en ese momento el propio Milei consideró que el tuit publicado por su vice fue “poco feliz”, ella eligió dar vuelta la página hacer como si nada hubiera pasado.
En la tarde del miércoles, Villarruel eligió poner un manto de piedad sobre la discusión que provocó que Karina Milei pidiera disculpas ante la embajada de Francia y aseguró que su visita era sólo para apoyar al campo.
“No quiero quitarle relevancia al motivo por el que estoy acá que es el apoyo al campo”, sostuvo la vicepresidenta a horas de hacerse cargo del Ejecutivo. Rodeada por decenas de periodistas y curiosos, Villarruel definió al campo como "un socio estratégico". Y dejó su deseo de avanzar en "una base de diálogo que no se modifique con los cambios de gobierno”.
En su visita a la Rural, la vicepresidenta estuvo acompañada por los senadores Bartolomé Abdala (presidente provisional del Senado), Luis Juez y Alfredo De Angeli. Antes de almorzar, Abdala puso un manto de piedad a la interna que todos saben que por estas horas bulle entre el presidente y la vice. O mejor dicho, entre la hermana del presidente y la vicepresidenta.
“Los que estamos en este espacio tenemos las mismas ideas, podemos pensar diferentes pero queremos sacar a la Argentina adelante", aseguró el senador libertario por San Luis.
Lo que no dijo -y se habla en off en los pasillos del Senado- es que la relación que está rota es la que supo existir entre Karina Milei y Victoria Villarruel. En cambio, aún subsiste el vínculo -aunque algo esmerilado- entre la vicepresidente y Javier Milei.
Lo cierto es que Victoria Villarruel tiene un proyecto propio, y lo ha dejado claro con sus actos: recorre el país y se reúne con diversos actores sociales, como los que en su visita por la Rural la aplaudieron cuando estuvo en la pista central.
En las próximas horas, a la vicepresidenta le tocará ocuparse de las cuestiones protocolares del Gobierno mientras Javier Milei recorre París junto a su hermana Karina, quien incluso lo acompañará no sólo en la inauguración de los Juegos Olímpicos, sino también al encuentro con el presidente de Francia, Emmanuel Macron. Una imagen difícil de correr la de la secretaria privada de la Presidencia, con quien Villarruel no tiene el mejor de los vínculos.
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