La Justicia consideró que la mujer actuó "en legítima defensa ante un ataque" y reconoció que había antecedentes de violencia de género. El caso había ocurrido en plena pandemia.
La Justicia de Lomas de Zamora sobreseyó a Laura Beatriz Herrera, la mujer que mató a su ex pareja, Sergio Gastón Pavón, tras considerar que fue "un acto de legítima defensa, propio de la desesperación y ante el ataque por la espalda del que fuera víctima, quien se defendió con lo que tenía a su alcance".
El sobreseimiento otorgado por el juez de Garantías 8 de Lomas de Zamora, Gabriel Vitale, había sido requerido por el Ministerio Público Fiscal y la defensa de la mujer, ejercida por la abogada Raquel Hermida Leyenda.
En su fallo, el magistrado reconoce los antecedentes de violencia de género sistemática que sufría la mujer, de 29 años, durante su relación con Pavón, que tenía 47 años cuando murió en 2020.
Vitale consideró que actuó en legítima defensa cuando el hombre trató de estrangularla y en el marco de un contexto de violencia de género que había llevado a la víctima a denunciarlo ante un Juzgado de Familia, que dictó medidas de protección, aunque insuficientes para evitar nuevos ataques.
El hecho ocurrió el 22 de julio de 2020, en un departamento ubicado en La Haya al 600, en Villa Fiorito. Según la investigación, en el marco de una discusión, Herrera tomó un cuchillo y lo apuñaló, por lo que fue acusada de "homicidio agravado por el vínculo".
Herrera fue acusada del homicidio de su ex pareja y si bien desde un principio la defensa argumentó que fue en legítima defensa, quedó detenida por efectivos de la comisaría quinta de Villa Fiorito. Tiempo después, el Juzgado de Garantías número 8 de Lomas de Zamora le otorgó la prisión domiciliaria a pedido de la defensa debido a que tenía que cuidar de su hijo con discapacidad.
En su declaración, Herrera había argumentado que todo comenzó con una discusión en la cocina y que Pavón la agarró del cuello e intentó ahorcarla. Fue en ese contexto, donde tomó un cuchillo que estaba en la mesada y le dio los puntazos para evitar que él la matara.
A más de cuatro años del hecho, Herrera obtuvo el sobreseimiento definitivo por el delito de homicidio agravado por el vínculo –en el contexto de violencia de familiar-.
En la misma línea, el juez Vitale sostuvo que de acuerdo a los antecedentes de violencia previos, la declaración de los testigos, y lo manifestado por la mujer, la misma "se encontraba inmersa en una situación de violencia, motivo por el cual recurrió al estado en busca de ayuda, no recibiendo una respuesta acorde a la situación de vulnerabilidad y sometimiento en la que se encontraba".