La paridad en Pompeya no posibilita escapar del fondo de la tabla y se concreta en la previa a una nueva edición del Clásico del Sur con Lanús, en el estadio Florencio Sola.
Banfield empató 1 a 1 con Deportivo Riestra, en condición de visitante, en el marco de la fecha 24 de la Liga Profesional, y sumó un punto que sirve de poco, dado que alcanzó los 24 y, si se dan otros resultados, podría quedar cerca del fondo de la tabla de posiciones.
El Taladro, que venía de tropezar en el estadio Florencio Sola con Tigre, por la mínima diferencia, ahora no pudo festejar en su presentación en Pompeya, en lo que significó la segunda labor de forma interina del uruguayo Miguel Robinson Hernández, quien está acompañado por Daniel Bilos y Julio Barraza, históricos del club.
La paridad fue justa tras unos 90 minutos con poco dinamismo, escasas situaciones de gol y cierto conformismo con el resultado por parte de ambos, aunque el fastidio se notó más en el anfitrión, que, por caso, parece haber desperdiciado un chance inmejorable para asomarse a los puestos de clasificación a la Copa Sudamericana del próximo año.
¿Qué ocurrió en el compromiso? Fue el dueño de casa el que manejó más el balón, pero no lo pudo plasmar en el tanteador, visualizando un adversario que se abroquelaba bien en el fondo y no le daba espacio como para desnivelar.
De hecho, fue la visita la que abrió la cuenta al promediar el primer tiempo gracias a una anotación de Ignacio Rodríguez, que dejó sin respuestas al arquero Nahuel Manganelli. Se trató de una maniobra en la que la clave estuvo en la dinámica impuesta por Juan Bisanz, que desbordó por la banda izquierda y encontró a su compañera que definió sin inconvenientes.
Por lo pronto, hubo una polémica, y es que en la jugada previa el rival reclamó un posible penal a Jonathan Herrera por una infracción que ni el árbitro Pablo Echavarría ni el VAR convalidaron.
Y cuando parecía que el Albiverde se acomodaba, lograba una seguridad en el fondo y el triunfo iba decantando, el rival encontró la paridad de forma sorpresiva con un golazo de Nicolás Benegas, que remató a distancia y no permitió que Facundo Sanguinetti siquiera pudiera atinar a despejar.
En el complemento los dos equipos movieron el banco de suplentes, buscaron alternativas y apelaron a la frescura para intentar cambiar la lógica del juego, pero no hubo caso. Ambos quisieron, pero no entendieron cómo y se aferraron, con el correr del tiempo, a un punto que parece ayudar a pasar los malos tragos previos.
Por lo pronto, para el Taladro la unidad tendrá sentido si acaso festeja en la próxima presentación, que no será sencilla, pues por delante estará Lanús en una nueva edición del Clásico del Sur.
Allí se podrá en juego no sólo la chance de escapar del fondo, sino especialmente de darle un golpe al contrincante, que está en plena disputa por acceder a la próxima edición de la Sudamericana.
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