El volante fue el autor del gol con el que el Granate despachó a su rival en el duelo de ida de los cuartos de final de la Copa Sudamericana y ahora piensa en la revancha en Río de Janeiro.
Pasan las horas y Lanús disfruta de lo que fue el triunfo sobre Fluminense en la Fortaleza de Cabrero y Guidi, en el marco de la ida de los cuartos de final de la Copa Sudamericana. Ese 1 a 0 es el que deberá defender en la revancha, a sostenerse el próximo martes, cuando toque jugar en Río de Janeiro, en pleno Maracaná.
Quien valoró el rendimiento del equipo en el primer cotejo de la serie fue Marcelino Moreno, el autor del tanto que hizo delirar a los hinchas que colmaron el estadio en la noche del martes. "Fue una jugada de contragolpe. Traté de llegar, estaba bastante cansado. Fui con el ímpetu y sabía que me podía llegar a quedar. Gracias a Dios pude rematar y pudo entrar", relató el mediocampista sobre la acción que terminó en el tanto decisivo, con un contragolpe letal en el que fueron vitales primero Agustín Cardozo y después Eduardo Salvio, con una notable asistencia.
En el mismo orden, el mendocino valoró la propuesta colectiva del equipo: "Hicimos un gran partido. Creo que merecimos el triunfo. El equipo presionó arriba, trató de jugar, no se achicó nunca. Jugó todo el partido".
De cara a la revancha, que se jugará el próximo martes desde las 21.30 en el estadio Maracaná, Moreno fue cauto: "Quedan 90 minutos que serán muy duros, y vamos a luchar. Todavía falta mucho".
Con ese resultado, Lanús logró una ventaja clave en la serie y buscará en Brasil la clasificación a semifinales de la Copa Sudamericana, con la confianza que transmite el presente y el liderazgo de una de sus figuras.
Por lo pronto, primero está en el horizonte el choque con Platense, al que se recibirá en la Fortaleza por la Copa de la Liga, con la ilusión de ganar y acomodarse en la vanguardia de las estadísticas. Y allí seguramente haya muchos suplentes para darle descanso a los baluartes que le ganaron al Flu.