El equipo quilmeño coronó un año brillante tras vencer en la final a Don Bosco. Se unió a Ferro y CIDECO como los únicos clubes con sus dos primeros equipos en las ligas más importantes del país.
Mariano Acosta B le puso el broche de oro a una temporada inolvidable al consagrarse campeón del Super 8 de Primera División. Tras un 2025 de crecimiento sostenido, donde fueron subcampeonas del Apertura y se alzaron con el título del Clausura, las dirigidas por Claudio Di Bono lograron el ascenso a la Liga de Honor Damas Plata, confirmando su protagonismo absoluto en el handball metropolitano.
Con esta consagración, el club de Quilmes hizo historia al sumarse a un grupo selecto integrado solo por Ferro y CIDECO: son las únicas instituciones en contar con sus dos primeros equipos en las dos ligas más importantes del handball argentino. El equipo mostró una notable solidez colectiva y carácter competitivo, imponiéndose con autoridad en la definición del certamen.
En su trayecto hacia la gloria, Mariano Acosta superó con claridad cada instancia del Super 8: cuartos de Final con victoria 34 a 23 ante Argentinos Juniors B; semifinales con triunfo ajustado por 32 a 29 frente a AFALP; y una final coronada con una goleada contundente por 32 a 19 ante Don Bosco Handball (Ramos Mejía).
La temporada de alto nivel estuvo sostenida por la regularidad, una identidad de juego definida y un fuerte sentido de pertenencia de sus jugadoras. Bajo la conducción técnica de Di Bono, el Acosta cierra un ciclo de éxitos que eleva la vara de cara a los desafíos que vendrán en la Liga de Honor.
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