Desatenciones varias y poca profundidad fueron una constante para los de Duscher. El Cervecero no remontó y quedó a seis puntos del objetivo; el próximo desafío será en Lomas de Zamora ante Los Andes.
Quilmes volvió de Nueva Italia con una derrota que complica sus aspiraciones en la Zona A de la Primera Nacional. Este lunes por la noche, en el cierre de la vigésimo sexta fecha, el Cervecero cayó 2 a 0 ante Racing de Córdoba después de un primer tiempo en el que el local aprovechó dos momentos puntuales para definir la historia.
El gol que abrió el marcador llegó a los sesenta segundos: un pase atrás defectuoso dejó mal parada a la defensa de Quilmes, Julián Vignolo presionó, recuperó y definió con potencia por encima del arquero debutante Lautaro Herrera. Ese tanto tempranero obligó a los dirigidos por Aldo Duscher a buscar la reacción desde el principio, con más voluntad que claridad.
A los veinte minutos, Racing aprovechó otra acción puntual. Un centro desde la derecha de Matías Machado encontró la cabeza de Pablo Chavarría, que se anticipó en el área y colocó el 2 a 0. El Cervecero intentó ajustar, pero pagó caro los desajustes en la salida y la capacidad del rival para cerrar los espacios.
En la segunda mitad, Quilmes intentó cambiar el rumbo con variantes ofensivas y más presencia en campo rival. Sin embargo, la entrada en juego de delanteros y medios revulsivos no encontró la precisión necesaria para generar ocasiones de peligro claras. Racing se replegó con orden y apostó a la transición rápida; esa estrategia le alcanzó para mantener la ventaja sin mayores riesgos.
El partido mostró la diferencia entre una escuadra que capitalizó sus oportunidades y otra que no pudo encontrar conexiones en los metros finales. La derrota deja a Quilmes con 30 puntos, a seis unidades de la zona de clasificación al Reducido, y obliga a pensar en ajustes tácticos y anímicos de cara a lo que viene.
El próximo compromiso será el sábado en Lomas de Zamora frente a Los Andes, un cruce que a priori exige recuperación inmediata y soluciones en el juego colectivo. Hasta entonces, el cuerpo técnico dispondrá de pocos días para trabajar en la organización defensiva y en la generación de juego para el ataque.
En lo futbolístico, el análisis es claro: el equipo sufrió por errores propios en la salida y no tuvo la contundencia para empujar el partido cuando las situaciones se presentaron. El margen de reacción se acortó con el correr del reloj y con el plan defensivo del rival. En lo numérico, la diferencia en la tabla obliga a Quilmes a empezar a sumar fuera de casa, una tarea que se presentará complicada en el calendario que resta.
El encuentro dejó además algunas lecturas por el rendimiento individual y colectivo que el cuerpo técnico deberá evaluar. La intención de buscar el empate estuvo, pero faltaron movimientos punzantes y definición en los últimos metros. En síntesis: un tropiezo que obliga a replanteos rápidos y a priorizar el equilibrio para no perder más terreno en la pelea por el ascenso.
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