El Decano quiere pensar en San Miguel y dejar atrás una derrota durísima como la que vivió ante Ferro.
El Decano retorna a las prácticas y para todos el Mundo Quilmes la pregunta es la misma: ¿Qué nos pasa? El conjunto dirigido por Darío Franco tiene la obligación de aprender de sus errores si quiere llegar con mejores perspectivas al encuentro con San Miguel en Polvorines.
El partido que acabó con goleada y paliza táctica ante Ferro en el Estadio Centenario será tal vez una de las marcas más grandes del Cervecero en este proceso al mando de Franco. A la finalización del mismo, el DT y los jugadores se fueron en silencio y cabizbajos, sabiendo que seguramente no habría explicaciones a lo que acababan de vivir mientras las pulsaciones estén calientes.
Este martes, en el anexo del Estadio Centenario, Quilmes regresará a los trabajos con la mente puesta en un San Miguel que tomó nota de todo y que lo esperará el sábado con un guion escrito una semana atrás.
En los últimos siete partidos, el Cervecero pasó de la primera a la cuarta colocación producto de un acumulado de tres derrotas, tres empates y una victoria. Con la excepción de lo sucedido ante Gimnasia de Jujuy, donde ganó, pero no brilló, a Quilmes le está costando mucho lograr que su idea de juego se ajuste a las necesidades del partido, más cuando los rivales lo tienen muy estudiado.
Ante el Verde se vivió un duelo de estilos donde el DT del conjunto de Caballito, Jorge Cordo, armó los dispositivos justos para contener el planteo de Franco en zonas sin peligro, y diagramó una respuesta a la medida de las debilidades del Cervecero, quien por cada ataque recibió una contra letal que lo dejó cada vez más afuera del partido.
San Miguel viene de ganar y sabe que por tenencia no se podrá imponer ante Quilmes. Hoy comenzará una semana donde el técnico del Decano tendrá que adaptar su trabajo a los planes que el rival puede llegar a tener para enfrentarlo.