Luego de que le sustrajeran el vehículo, el trabajador de una plataforma de pedidos efectuó la denuncia en la comisaría, y con los datos de un sistema de rastreo satelital, fue localizado en la IAPI, donde estaba siendo desarmado.
Alrededor de 40 repartidores de la plataforma Pedidos Ya en conjunto con las fuerzas policiales recuperaron una moto robada en Quilmes Oeste por dos motochorros a mano armada, quienes dispararon al aire en reiteradas ocasiones para amenazar a la víctima, a la cual también le dieron culatazos, en tanto que en el procedimiento detuvieron a un menor de edad que estaba desarmando el vehículo sustraído y no encontraron a los responsables del ilícito.
La reacción de los conductores de la mencionada aplicación no es para nada extraña y tampoco nueva, ya que en el distrito se dieron masivas movilizaciones en el último tiempo por parte de los trabajadores para pedir mejoras en las condiciones de seguridad a la hora de estar en la vía pública. Para colmo, ya se han reunido para recuperar otras motocicletas y no temen meterse en barrios de emergencia para lograr su cometido, como así tampoco tomar represalias.
En esta oportunidad, el hecho se desarrolló en la intersección de la Avenida Carlos Pellegrini y calle 383 pasadas las 21 del jueves, cuando un repartidor fue a llevar un pedido a la vivienda de un hombre. Todo marchaba con normalidad y el cliente estaba por recibir su pedido, cuando dos motochorros a mano armada lo interceptaron y lo obligaron a despojarse de sus pertenencias de valor.
El trabajador se resistió, forcejeó con los cacos y estos lo golpearon con la culata de un revólver en su cabeza, además de que dispararon al aire varias veces para que nadie se les acercara. Minutos más tarde, fue a la Comisaría 5ta de Avellaneda a radicar la denuncia policial y se contactó con sus pares de Pedidos Ya para avisar lo sucedido. En consecuencia, armaron un operativo y fueron a buscar la moto.
Gracias al chip de localización, pudieron ver que la misma estaba en la IAPI, en Bernal Oeste. Llegaron con ayuda del sistema técnico de Stopcar y con el apoyo de las fuerzas policiales, que acompañaron al grupo de motociclistas enfurecidos. La misma se encontraba en Pasaje Chubut y 177 y si bien no encontraron a los verdaderos responsables, se llevaron una gran sorpresa.
Un menor de edad la estaba desarmando y llevaba ya gran parte del trabajo realizado. Le había sacado los espejos, las luces, el tablero electrónico, los plásticos de los costados y algunas partes más que conformaban la estética. Lo aprehendieron y trasladaron a la seccional policial correspondiente, mientras que las autopartes y el vehículo quedaron secuestrados.
El conductor quedó imposibilitado para trabajar y las autoridades judiciales evalúan la denuncia y el procedimiento realizado para poder dar con el paradero de los ladrones. Es importante resaltar que a pesar de la violencia recibida, el damnificado no precisó asistencia médica.
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