El Gasolero, en una racha de rendimientos realmente bajos, se mide con el Gallito este sábado desde las 19.30, con la necesidad de sumar de a tres para acercarse al Reducido. A la par, comienza la danza de nombres del mercado de pases.
Si en Turdera pensaban que tras el triunfo ante River por Copa Argentina todo iba a ser color de rosa, nada fue así. Ahora, con dos derrotas al hilo en sus espaldas, los dirigidos por Walter Perazzo llegan a una etapa del torneo en la que tendrán tres fechas como locales de manera consecutiva, pero con mucho por hacer para poder capitalizar eso. Este sábado desde las 19.30, el Celeste recibirá a Morón en un clima marcado por un plantel que comenzará a cambiar su fisonomía en breve.
El entrenador del Gasolero meterá mano nuevamente en el once inicial. Tiene que renovar una formación que no respondió por segunda fecha consecutiva, con un merma de juego importante ante Chicago, donde todas las condiciones jugaban a su favor. Y, como nuevamente la pareja de centrales fue uno de los puntos más bajos del equipo, son los dos primeros puestos a reforzar a pedido del cuerpo técnico.
Y, como además de la consumada salida de Brian Sánchez podría darse la de Juan Imbert, volante que nunca tomó la responsabilidad de la creación y que tendría las puertas abiertas para zarpar rumbo a Aldosivi. Eso abre la puerta a la llegada de dos jugadores en su puesto.
Pero, para el duelo de este sábado, no son pocas las incógnitas. Si Lucas Richarte está en condiciones, será parte del equipo titular. Lo mismo con Rodrigo Mazur, que volvería a la banda izquierda para cortar el experimento de cambiar a Agustín Sosa de carril.
La dupla de delanteros sería compuesta por Luis López y Marcos Arturia, y serían acompañados por Julián Mavilla, tal vez el único de los jugadores del plantel gasolero que ha aprobado en los últimos 180 minutos disputados.
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