Dos hermanos y un adolescente robaron una cabra, intentaron matar a un policía y apuñalaron a un vecino. Finalmente fueron atrapados y les incautaron una escopeta, un revólver y un arma blanca.
Dos hermanos y un adolescente fueron detenidos en Florencio Varela luego de cometer un severo raid delictivo a caballo, robarse una cabra, intentar matar a disparos a un policía, apuñalar a un vecino y escapar por las calles del distrito, en tanto que los animales quedaron a disposición de la Justicia y el menor de edad fue liberado por decisión de las autoridades, mientras que a pesar de la violencia con la que se manejaron, no hubo heridos de gravedad.
Se trata de un episodio atípico que generó conmoción en toda la comunidad por el manejo que tuvieron los hampones con los propios vecinos. La liberación del más joven de ellos provocó malestar y esperan que los detenidos paguen por haber querido cometer un doble homicidio. Milagrosamente, el apuñalado recibió curaciones inmediatas y fue dado de alta, sin presentar peligros para su vida el ataque.
Todo comenzó cuando dos hermanos mayores y un tercer integrante adolescente se movilizaban a caballo por Bosques, en Florencio Varela. Al llegar a la intersección de la calle Oliden y 909, robaron una cabra que estaba al frente de una vivienda. La cargaron y se marcharon, pero en medio de la huida un agente policial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que vivía al lado les gritó y empezó a perseguirlos para impedir el hurto.
Estos, que iban fuertemente armados con una escopeta, un revólver y un arma blanca, le dispararon pero por suerte falló el tiro. El damnificado llamó al 911 y dio aviso de la situación para que un móvil empiece a buscarlos.
Pero como si fuese poco, a las pocas cuadras abordaron a otro vecino para quitarle sus pertenencias. Allí, le robaron el celular y una suma que ascendía a los 20 mil pesos. La víctima se defendió, se resistió y le dieron una puñalada a la altura del hombro que le dejó un profundo corte. En sintonía, siguieron con su marcha a bordo de los caballos hasta que finalizaron con el raid delictivo.
Esto último se debe a que agentes de la Comisaría Cuarta de Florencio Varela los interceptaron con un operativo cerrojo en la intersección de las calles Perdriel e Iberia y lograron capturarlos. De inmediato los despojaron de todo su armamento y les quitaron los animales, los cuales fueron devueltos a sus respectivos dueños y otros llevados a un campo para liberarlos de sus manos.
Lo cierto es que el herido se salvó de milagro y el uniformado que quiso evitar el robo de la cabra no recibió el tiro que le efectuaron. El caso quedó en manos de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) número 5 y el fiscal Hernán Bustos Rivas los procesó. También intervino el Juzgado de Garantías número 6 de Diego Agüero y las autoridades devolvieron a sus padres al menor de edad.
Los vecinos están atemorizados por este particular episodio que emuló las mejores películas del Lejano Oeste, pero que se dio en la realidad y que pudo haberse cobrado las vidas de al menos dos inocentes.
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