El hecho ocurrió en Camino Real y calle 406, en la localidad de Gutiérrez, donde la empresa Rowing, que responde a Edesur, realiza una obra de tendido subterráneo. Su cómplice terminó internado y ahora está preso.

Un joven murió electrocutado y su acompañante terminó internado y detenido en Berazategui luego de sufrir una descarga cuando estaban tratando de robar cables subterráneos de una fosa en una obra de la empresa Rowing.

El dilema de los "roba-cables" cada vez es más grande, sobre todo en barrios en los que no hay vigilancia por cámaras de seguridad ni tampoco patrulleros haciendo presencia.

Con la experiencia adquirida, los malvivientes se fueron potenciando, comenzaron a utilizar herramientas a las que no todos tienen acceso y profesionalizaron este tipo de delincuencia. Sin embargo, no todos corren con la misma suerte.

Ese es el caso de dos jóvenes que se dirigieron a Camino Real y calle 406, en la localidad de Gutiérrez, con el objetivo de meterse en una fosa que estaba a mitad de cuadra con un perímetro de precaución puesto por la empresa Rowing, que responde a Edesur. Primero se adentraron, vieron que nadie los estaba observando y finalmente comenzaron con el acto delictivo, que culminó en una tragedia.

En un momento dado el muchacho identificado como Lucas, de 22 años, recibió una fortísima descarga eléctrica que lo mató al instante. Su cuerpo tenía quemaduras desde los pies a la cabeza y quedó tendido en el pozo, junto con las tijeras.

Por otro lado Facundo, su cómplice de 24 años, quien todavía no se había metido pero estaba a un costado, también terminó herido y sufrió consecuencias por el impacto y la explosión. Los vecinos, tras el estruendo, llamaron al 911 para que autoridades policiales intervinieran en el hecho.

Un móvil del Comando de Patrullas se hizo presente y se topó con los malhechores. Rápidamente se dieron cuenta que se trataba de dos delincuentes que estaban tratando de robar parte del cableado.

En los momentos posteriores, una ambulancia del SAME trasladó al sobreviviente al Hospital Evita Pueblo y los mismos uniformados fueron custodiando el viaje, ya que lógicamente quedó aprehendido por "tentativa de robo".

La Policía Científica llegó para realizar las pericias correspondientes y corroboraron que, además de las quemaduras, también tenía cortes. A su lado quedó una tijera y otros aparatos que servían justamente para poder llevarse su botín, aunque de nada le sirvieron.

Los restos del fallecido, el menor de los hampones, quedaron en la morgue judicial, a la espera de ser entregados a sus allegados, oriundos de Florencio Varela.

Cabe destacar que los delincuentes que se dedican a robar cables, lo hacen para poder vender el cobre y el aluminio a las chatarrerías. Para eso, ponen constantemente en riesgo sus vidas, además de dejar muchas veces sin luz a los barrios o provocando sobrecargas eléctricas que a futuro perjudican a los vecinos.

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