El abusador, identificado como Orlando Flores, era empleado de fábrica y antes de entrar a trabajar, siempre en el mismo radio y a la misma hora, secuestraba a menores de edad que concurrían solas a la escuela.
El fiscal Sebastián Videla elevó la propuesta de juicio abreviado y la misma fue aceptada por la defensa del acusado, a cargo del abogado particular Marcelo Iglesias. En base a las contundentes pruebas recolectadas durante la investigación, el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 2 de Quilmes, a cargo de los jueces Ariel González Elicabe; Félix Roumieu y Pablo Pereyra, dispuso el fallo condenatorio para Flores, que llegó a dicha instancia judicial detenido con prisión preventiva.
Las casos de abuso que se le imputaron al ahora condenado, ocurrieron entre septiembre de 2015 y marzo de 2016. Gracias a una intensa investigación de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 8 de Quilmes, el violador pudo ser detenido gracias a que una de sus víctimas logró ver la patente del auto en el que fue raptada.
Según consta en el expediente, Flores utilizaba el vehículo de su esposa para atacar a las colegialas. Fuentes policiales confirmaron que el hombre perpetraba sus agresiones entre las 7 y 7.30 de la mañana, horario de ingreso a la mayoría de los colegios.
Previo a las pruebas de ADN, se llevó a cabo una rueda de reconocimiento. Una de las chicas le reconoció el rostro, otra identificó la voz y una tercera abandonó el lugar sin aportar datos a la Justicia por temor.