El mediocampista Héctor Cardozo fue uno de los baluartes que arribó a Berazategui este semestre con ilusiones renovadas y la misión de ser muy competitivo en pos de luchar por el objetivo central en la región: acolchonar el promedio para evitar inconvenientes con la permanencia.
El protagonista no llegó solo, sino con su hermano Daniel en combo para aportarle experiencia a la línea de volantes y al ataque, a sabiendas de toda su capacidad en el terreno.“Tener a mi hermano en el plantel es un plus, un privilegio que no muchos pueden disfrutar. Se me hacen las cosas mucho más fáciles para lograr las metas que nos pusimos grupalmente y esperemos que se dé de esta manera. Nos remarcamos muchas cosas mutuamente, nos ayudamos todo el tiempo”, soltó Pelusa en El Quilmeño.
El hombre tiene 26 años y es un zurdo que puede pasar a la delantera cuando el entrenador lo requiere, aunque él va más por el sacrificio en otro sector. “Me caracterizo por manejar el balón, ser el primer pase, dominar la pelota parada y después sumarle lo que pida el técnico. Ser un todoterreno”, afirmó.
Uno más
A su vez, añadió que desde que llegó al Naranja lo hicieron sentir uno más y eso potenció sus ganas de triunfar. “La primera impresión fue genial, hay un grupo muy lindo, humilde y trabajador. Personalmente aspiro primero a pelear el puesto, a estar entre los once y después en lo grupal intentar hacer un muy buen campeonato, dejar a Bera donde tiene que estar”, comentó.
Por último, dio cuenta de lo que pudo charlar con el DT Marcelo Philipp: “Siempre hablamos y nos va tirando conceptos a todos por igual, aunque mirando el puesto. Uno trata de trabajar para estar a disposición del entrenador y ya sabe que puede contar conmigo”.
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