Marcos Ledesma tuvo que hacerse cargo del arco de Quilmes en el momento más duro del equipo, ante la lesión de Emanuel Trípodi, y con solamente 21 años se propuso activar la cortina de hierro en plan de garantizarle toda la seguridad al Cervecero.
El guardameta surgido en Alsina y Lora dio cuenta de su cierre de año como titular en diálogo con “El Quilmeño” y expresó: “Intenté tomar y afrontar de la mejor manera esta situación porque es muy importante desde lo personal. Trípodi siempre estuvo al lado mío apoyándome y tirando algún que otro consejo para que tenga en cuenta a la hora de los partidos. Rescato las cosas positivas y trabajaré a full en la pretemporada para seguir llevándolas a cabo”.
Ledesma remarcó que la llegada de Mario Sciacqua como entrenador de Quilmes le representa un desafío, más allá que quien confió en él al momento del arco en llamas fue Leonardo Lemos: “Siempre me entreno para estar a disposición del técnico y poder ser útil para el equipo. La última palabra la tendrá él así que lo tomo con tranquilidad como lo hice toda mi vida”.
El cordobés, que lleva dos juegos en la primera Decana ante Instituto y Juventud Unida, sostuvo que su mejor arma en la cancha es “darle tranquilidad al equipo y confianza, mostrar seguridad en las respuestas” y agregó: “ Quiero responder de la mejor manera posible, ser implacable en el juego aéreo”.
El protagonista solamente recibió un gol en dos encuentros, algo que lo reconforta y lo invita a soñar, y a su vez admite que no tiene referentes en el puesto: “Tanto de Argentina como del exterior siempre saco algo positivo que me pueda servir, creo que observando es la mejor manera de aprender. De todos los arqueros buenos rescato algo”.