Comerciantes de la peatonal Rivadavia de Quilmes comenzaron el año con serias complicaciones debido a un corte de luz generalizado, por lo que algunos tuvieron que apelar a sus grupos electrógenos, en tanto que a otros no les quedó más remedio que atender a oscuras o, directamente, bajar la cortina.
A este problema hubo que sumarle las altas temperaturas que se registraron en la jornada de ayer, lo que hizo que el malestar aumente.
Uno de los comerciantes, con un tono de resignación, declaró que, “como ya es lamentablemente habitual, aparentemente los cables no dan abasto y se corta el suministro. De este modo, realmente se hace imposible trabajar”.
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En otro orden, los propietarios y empleados de los locales pusieron énfasis en las consecuencias económicas que les provoca este problema y también en el aumento de los valores del servicio que presenta la firma concesionaria.
“A los altos valores de la factura de Edesur, que ya son casi imposibles de pagar, se suma que tenemos que tener sí o sí un grupo electrógeno como plan de contingencia, y no son nada baratos. Además estos consumen nafta, que hoy por hoy llega a los 39 pesos el litro, de modo que aun teniendo el equipo se hace muy costoso encenderlo”, remarcaron en diálogo con el portal Perspectiva Sur.
El problema en el suministro no sólo perjudica a los comerciantes, sino que también a los vecinos como María Eva, una jubilada de 70 años de Quilmes Oeste, quien puntualizó que “el servicio vuelve con intermitencia diez minutos y se vuelve a caer, lo controlé con reloj”.
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