El Cervecero medirá fuerzas con el Santo cuyano, hoy escolta y con chances de ser líder si gana, al que espera sorprender en casa para elevarse en las estadísticas.
Quilmes recibirá a San Martín de San Juan en el estadio Centenario, en el marco de la fecha 26 del calendario en la zona A de la Primera Nacional, con la ilusión de volver al triunfo tras el empate sin goles con Arsenal, en Sarandí, algo que le posibilitaría afianzarse en espacio de Reducido.
El trámite, por lo pronto, no se visualiza sencillo para el Cervecero, pues por delante estará un Santo cuyano que pretenderá festejar a domicilio para recuperar su plaza en la cima de las estadísticas, ubicación que estaba compartiendo con su tocayo de Tucumán, que ya disputó su cruce en la vigente jornada, venció por 3 a 1 a Estudiantes de Buenos Aires en Caseros y se posa en soledad arriba de todos con 51 unidades, a tres de distancia.
Para el Decano, entonces, si bien es un compromiso de envergadura, complejo de sobrepasar, se evidencia como una chance inmejorable para confirmar que está para grandes objetivos desde que tomó las riendas el entrenador Sergio Rondina, con quien venía en alza desde que llegó al cargo pero que recientemente sufrió un un duro golpe al caer, previo al escollo en pardas en el Viaducto, con el Ciruja, el vigente mandamás, en casa.
En ese sentido, el fixture le depara un cotejo de relevancia de similares características al que atravesó hace pocos días a la Blanquita, teniendo delante a un encumbrado y con el estadio y su público en la región como marco.
Y ahora espera aprovechar las circunstancias y que otra sea la historia en relación a aquel 2 a 1 en contra que impidió generar una sorpresa y quedar a tiro a las alturas. Es que si en esta ocasión concreta un halago se recortará diferencia con los puestos de arriba y se comenzaría a perfilar una oportunidad para soñar con ir por la gloria y el ascenso directo a la elite del fútbol argentino.
Por lo pronto, en Quilmes quieren hacer valer lo que fue la labor en la primera rueda del certamen, cuando se sentenció un batacazo en San Juan, con un 3 a 0 a favor gracias a un sobresaliente Tomás González, que aportó un triplete.
Todavía con Darío Franco como DT, y cuando se avanzaba a paso firme, siendo uno de los que luchaba por la punta, el Cervecero mostró su mejor versión, concretó un halago vital y corroboró que cuenta con argumentos como para estar en posiciones de privilegio.
Hoy otro es el panorama, con cambio de conducción incluida y varios tropezones en el medio, pero la idea está consolidada para intentar ganar, esta vez en casa, y el sueño de elevarse está intacto.
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