Intercambiaron golpes y luego piedrazos frente a la Comisaría Primera y luego en la peatonal, lo determinó que la Policía interviniera, tirando balas de dispersión, lo que provocó el pánico entre los peatones.
A raíz de un conflicto entre dos facciones de la UOCRA en Quilmes, los vecinos del centro, alumnos de distintos colegios y comerciantes vivieron momentos de verdadera tensión con la batalla campal que se desató en la esquina de la Comisaría Primera y que se trasladó hasta la peatonal, mientras que los uniformados policiales tiraron balas de dispersión y le pidieron a los transeúntes que se tiren al piso, en tanto que detuvieron a cuatro involucrados que fueron liberados a las pocas horas.
El mediodía del martes fue atípico en el distrito y estuvo plagado de disturbios. Los mismos se dieron en la intersección de las calles Mitre y Alem, en una zona llena de establecimientos educativos y locales comerciales. Por allí pasan a diario miles de ciudadanos, como así también menores de edad que acuden a sus respectivas clases, sobre todo a esa hora.
Ocurrió cuando dos facciones de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) se cruzaron en las mencionadas calles, en la puerta de la Comisaría Primera, lugar en el cual se habían citado para “resolver” problemas acerca de la conducción del sindicato en Quilmes. Se trata de los bandos "de Saúl Ubaldini" y "del Lagarto Olmedo". Así las cosas, comenzó una batalla campal que sembró el miedo en los presentes.
Fueron corridas, piedrazos y golpes los que motivaron a un grupo de uniformados policiales y de la Prefectura Naval a intervenir.
“Hubo un enfrentamiento en la calle Mitre y la peatonal Rivadavia; los policías corrían con sus escopetas en la peatonal, dando la voz de alto y pidiéndole a la gente que se corra y se tire al piso, porque estaban meta escopetazos”, sostuvo un comerciante, que vio cómo los agentes tiraban balas de dispersión.
Por otro lado, los chiquitos que salían e ingresaban a los colegios salieron corriendo y debieron refugiarse. “En nuestro negocio se metieron seis nenas llorando, muy asustadas por el tiroteo, así que tuvimos que bajar las persianas por las corridas y los tiros”, agregó el hombre que fue testigo de todo lo sucedido.
Por el enfrentamiento, detuvieron a cuatro sujetos que fueron liberados a las pocas horas. Para llegar a esa resolución, sus compañeros protestaron varias horas frente a la Comisaría Primera.