Una pareja de comerciantes de San Francisco Solano sufrió una violenta entradera en su domicilio por un grupo comando de delincuentes que los amordazaron y los golpearon salvajemente en distintas partes del cuerpo, teniendo que recibir asistencia médica de inmediato tras el asalto. Los malvivientes se apoderaron de una suma millonaria en efectivo, además de joyas valuadas en dólares y otros elementos.
Las víctimas son un hombre de 66 años y su mujer de 62, que viven en el cruce de la avenida Donato Álvarez y calle 840 desde hace muchísimo tiempo atrás y que nunca antes habían padecido un suceso ni siquiera similar o que se acerque a lo recientemente transcurrido.
Todo comenzó a eso de las 20, cuando ambos salieron a comprar al supermercado. Al momento de volver, bajaron con las bolsas y mientras abrían la puerta para ingresar, un grupo de cuatro ladrones los sorprendieron por detrás obligándolos a meterse rápidamente a la casa. Fueron segundos simplemente y no tuvieron posibilidad de reaccionar. Cabe destacar que estaban armados con pistolas y los amenazaron de muerte mientras los apuntaban.
Una vez en el interior, los llevaron a la parte del comedor, los sentaron en las sillas y los ataron de pies y manos con precintos para que queden inmovilizados. En simultáneo, los delincuentes iban y venían revolviendo cada rincón para encontrar objetos de valor, tirando muebles, dando vuelta las cosas y rompiendo muchísimas otras, aunque primero hicieron pasar un momento impactante al matrimonio.
Les exigieron que les digan dónde tenían dólares. Para eso, los golpearon con puños y patadas en el rostro, en la espalda y en las costillas, tanto al hombre como a la mujer. Los comerciantes quedaron realmente lastimados y los criminales cumplieron con su objetivo. Se llevaron en total dos millones de pesos en efectivo que estos poseían, joyas de la señora que están valuadas en dólares y algunos artefactos costosos del hogar. Finalizado el robo, se dieron a la fuga y desaparecieron.
Una ambulancia del SAME se hizo presente y los profesionales les practicaron las correspondientes curaciones, quedando fuera de peligro por suerte, pero shockeados por todo lo vivido.