Si bien una de cada cuatro personas reconoce que no oye bien, la mitad de los argentinos no se realiza controles auditivos, según lo reveló una encuesta que alertó sobre la falta de concientización de las revisiones periódicas es generalizada para toda la población.
No obstante, sólo a partir de los 65 años cobran algo más de relevancia.
Estos datos se desprenden del último estudio de hábitos de cuidado auditivo en Argentina, realizado para Gaes Centros Auditivos en todo el país.
El trabajo destacó que el 50 por ciento de los consultados no se realizó ningún chequeo de su audición a lo largo de su vida. Según el estudio el 83 por ciento solo acude al médico cuando tiene una molestia o dolor constante y no tiene una rutina de visitas definida.
El 89 por ciento de los encuestados considera que se le presta poca atención al cuidado de los oídos, sin embargo 1 de cada 4 individuos reconoce que no oye bien.
Solo el 5 por ciento de la población consultada realiza de manera proactiva una revisión auditiva anual con un especialista y este porcentaje se incrementa a un 11 por ciento en personas mayores de 65 años.
Agustina Leiro, fonoaudióloga de GAES Centros Auditivos, destacó que “cuanto antes podamos detectar un problema auditivo y actuar en consecuencia menor van a ser las dificultades que van a presentarse en el desarrollo psicosocial de ese individuo”.
“Este posible deterioro auditivo no tiene que ver solamente con la edad sino también muchas veces con las circunstancias ambientales que nos rodean como ser el ruido de la calle, el tipo de trabajo, el uso de auriculares y otros, sin contar los problemas que pueden darse durante el embarazo, en el nacimiento o en la posibilidad de adquirir alguna enfermedad que pueda dejar este tipo de secuelas”, comentó Leiro.
Dentro de las molestias auditivas más comunes se encuentran el dolor, la infección y la otitis, que en Argentina se reconocen como la principal causa de revisión médica por más de la mitad de la población. En este caso las mujeres presentan una tendencia mayor que los hombres a sufrir dicho tipo de molestias, ya que el 60 por ciento expresó que acude a los chequeos frente ante estos problemas. Los hombres en cambio son más propensos a sufrir tapones en los oídos o los problemas de audición.
Para mantener la salud auditiva, dichas revisiones cobran un significado aún más importante considerando que la pérdida auditiva provoca aislamiento social. Sobre esta consideración los encuestados tienen un alto reconocimiento de las consecuencias que se pueden presentar ante la no revisación médica ya que el 73 por ciento identifica que la pérdida de audición provoca problemas depresivos y de autoestima.
El 63 por ciento de la población usaría audífonos si fuera necesario, siendo los jóvenes los más reticentes a la idea de su uso.
Para evitar este escenario es clave la prevención, ya que cualquier signo de pérdida de audición identificado a tiempo puede contribuir a evitar, o al menos a frenar, algunos problemas auditivos