Además del mejoramiento físico, está comprobado que el desarrollo del organismo colabora en el crecimiento psíquico y en el vínculo social en general. Practicado con responsabilidad, también favorece el aprendizaje de valores que serán una guía vital a futuro.

La práctica de deporte contribuye al desarrollo del aprendizaje del niño. Por lo cual, su éxito en este ámbito debe ser valorado en términos de desarrollo personal. en este sentido, los objetivos de la práctica de deporte de los niños pueden dividirse en 3 aspectos:

* Físicos: aprendizaje de nuevas habilidades técnicas, mejora de la actividad física.

* Psicológicos: aprendizaje del liderazgo, autodisciplina, cooperación y competición, deportividad y autoconfianza.

* Sociales: encontrar amigos y hacer nuevas amistades; y lo más importante, diversión y bienestar.

“A su vez, la práctica deportiva es una herramienta educativa poderosa que puede tener efectos muy positivos si se maneja correctamente”, explica María Constanza Castro (Matrícula 35.275) licenciada en Psicología. Y detalla: “optimiza el desarrollo físico de los niños que lo practican, favoreciendo que sean personas más sanas ahora y en el futuro; puede propiciar que los niños adquieran el hábito saludable de hacer ejercicio físico, facilitando que en el futuro no sean adultos sedentarios”.

Asimismo, señala que “Es una excelente oportunidad para que los jóvenes desarrollen hábitos saludables, ya sea de alimentación, de higiene o de cuidado personal; es una manera de ocupar el tiempo libre y relacionarse con otros niños”.

En el caso que el deporte que practiquen sea competitivo, hay otros beneficios que se suman que están relacionados con el desarrollo de valores personales y sociales que formarán parte de la personalidad de los deportistas, hoy como niños y mañana como adultos. La especialista enumera entre los valores más importantes, a los siguientes:

* Asumir responsabilidades.

* Aceptar y cumplir compromisos con los demás y con uno mismo.

* Ser exigente con uno mismo, pero aceptando las limitaciones.

* Ser perseverante realizando el máximo esfuerzo posible.

* Trabajar en equipo.

* Aceptar y respetar normas, compitiendo con honestidad y sin trampas.

* Aceptar equilibradamente derrotas y victorias.

* Capacidad de obtener el máximo beneficio de la experiencia, más allá del resultado.

* Respetar a lo demás (compañeros, rivales, árbitros).

* Ser tolerante y solidario con los demás aceptando las debilidades y errores ajenos.

Por otra parte, el deporte puede contribuir al desarrollo de recursos psicológicos a saber:

* La capacidad atencional y de concentración.

*Fortaleza de la autoconfianza.

* La mejora del autoconcepto y la autoestima.

* El aumento de la capacidad de autocontrol.

* Del mismo modo, brinda experiencias gratificantes a los niños que lo practican como diversión, el aprendizaje de cosas nuevas y ayuda a sentirse competentes.

Estos beneficios sólo se producirán si la actividad deportiva se organiza y conduce con la habilidad necesaria, siendo fundamental la actuación de padres y entrenadores.

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