Mario
Doctor, ¿cómo influye el estrés de vivir en la ciudad en las personas?
Gracias por la pregunta, Mario. El estrés ambiental y el estrés social son particularmente dañinos. En los últimos años se ha desarrollado una serie de estudios que demostraron que la tensión de la vida urbana involucra circuitos neuronales específicos de estrés en el sistema nervioso. En una investigación se escaneó el cerebro de voluntarios que vivían en entornos rurales y urbanos en situaciones de estrés social. Mientras resolvían problemas aritméticos complejos, los experimentadores los estresaban con comentarios negativos.
Dos áreas cerebrales se activaban de manera diferente según el origen de los investigados, es decir, si los voluntarios venían del ámbito rural o de la ciudad. Estas áreas, que se vinculan con el procesamiento de las emociones negativas, se activaban más intensamente en quienes crecieron en ciudades. Los investigadores detectaron variaciones, incluso, según el tiempo transcurrido en la ciudad durante la infancia y según el tamaño de la ciudad en cuestión. La conclusión de este estudio fue que la vida en un ambiente urbano hace más sensible a la persona frente a situaciones de estrés social. Debemos decir también que los lazos de los seres queridos, por el contrario, tienen un impacto positivo en el comportamiento de estas áreas cerebrales. El afecto familiar y de los amigos nos protegen de los efectos perjudiciales del estrés.
Graciela
Usted dijo en la columna de la semana anterior que una de las enfermedades frecuentes del estrés urbano es la depresión, ¿puede explicar qué es la depresión y qué la distingue?
Es muy importante la pregunta, Graciela, ya que la depresión es un trastorno cada vez más frecuente. El estado de ánimo decaído, la tristeza o sensación de vacío la mayor parte del tiempo y de manera persistente, la pérdida de interés en las actividades habituales y en la capacidad de experimentar placer, el insomnio o, por el contrario, muchos deseos de dormir, la agitación o el enlentecimiento motor, la fatiga y la pérdida de energía, la falta o exceso de apetito, la disminución del interés social y sexual, los sentimientos inadecuados de culpa, la inutilidad o preocupaciones económicas excesivas, pensamientos sobre la muerte, las fallas de memoria y las dificultades para pensar y concentrarse son los principales síntomas de la depresión, aunque no es necesario que se presenten todos a la vez.
Es la intensidad y la duración lo que diferencia la depresión de la tristeza normal que se vive ante una situación vital. La depresión interfiere en el desarrollo de la vida cotidiana de quienes la padecen. Se considera que la depresión es un trastorno que se debe a factores múltiples; además de la predisposición que confieren los factores genéticos, es necesario que se den ciertas influencias del ambiente.