Se celebra cada 8 de agosto como homenaje a un concejal brasileño que estableció que la falta de placer de las mujeres es un problema de salud pública. El cine inmortalizó un orgasmo fingido.
Hay un día para cada cosa y una cosa para cada día....Y por ello no podía faltar el Día Internacional del Orgasmo Femenino.
Se lo celebra (o por lo menos se debería celebrar) cada 8 de agosto como reconocimiento a un concejal brasileño de un pequeño pueblo llamado Esperantina, un municipio del estado de Piauí. Ese edil tenía en claro cuáles eran las necesidades de su pueblo (o al menos de la mitad de sus habitantes), y por ello, se interesó por un estudio realizado por la Universidad Federal de Piauí en el que se pudo establecer que el 28% de las mujeres de esa región eran incapaces de llegar al orgasmo (o mejor dicho que sus parejas no sabían cómo provocarlo) y concluyó, sabiamente y el 8 de agosto de 2006, que esos resultados demostraban un enorme problema de salud pública. Y pensar que ahora sólo se ocupan de aislar a las personas cuando habría que juntarlas (al menos este 8 de agosto).
Quizás nunca se sepa si, con esa iniciativa municipal, Brasil logró "o maior orgasmo do mundo", pero sí logró que instaló un Día Mundial del Orgasmo Femenino en el que se flexione -y por qué no, se practique- sobre el placer femenino y cómo lograrlo.
Ante la falta de buen sexo y movidas por su bondad inconmensurable, muchas mujeres se han visto obligadas a fingir orgasmos. Pero una, la actruz Megan Ryan, inmortalizó en una escena del filme "Cuando Sally conoció a Harry", la más brillante interpretación de un orgasmo femenino fingido, que hoy recordamos.