La Justicia de Lomas de Zamora condenó a cadena perpetua al asesino de Ariadna Sona, la joven de 18 años de El Jagüel, partido de Esteban Echeverría, que murió tras ser atacada salvajemente en diciembre de 2015.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOP) 10 consideró que Marcos Ezequiel Maciel es penalmente responsable por el salvaje ataque a la joven que tenía un hijo que al momento de los hechos tenía 4 años.
Estaba imputado por homicidio calificado por mediar violencia de género, con abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa. El fallo fue celebrado por sus familiares y amigos, presente en el recinto, quienes desde hace 20 meses venían luchando día a día para que “se haga justicia”.
Susana, la madre de Ariadna, destacó que a este resultado se llegó por “luchar desde el primer día” y no dejar de exigir respuestas todos los días en Tribunales. “Es un triunfo mío y de mi hija”, subrayó en diálogo con medios locales.
En ese sentido, la mujer aconsejó a las familias de víctimas de la violencia de género que se movilicen, que hagan público su caso para que esas causas no queden encajonadas.
Fallo unánime
La sentencia del TOC 10 fue adoptada de manera unánime, donde además de dictaminar la reclusión de 37 años, ordena que el condenado realice un tratamiento psicológico y psiquiátrico, y que sea sometido a rehabilitación por su adicción a las drogas.
En la sentencia se aclara que “se ha acreditado con certeza la autoría penalmente responsable” de Maciel, y el acto en sí, dando crédito al trabajo de la fiscal Verónica Pérez, especializada en violencia de género.
“Maciel actuó con conocimiento y voluntad” indicó la fiscal, y que frente a eso le ocasionó heridas para lograr su muerte e “impunidad” por no haber podido concretar el “ataque sexual”. Pérez sumó que el ataque fue mediado por violencia de género, “por el sólo hecho de ser mujer” en referencia a Ariadna, y que se encuadra en un femicidio sexual, ya que la víctima “resultó muerta por no haberse sometido, reducido a un objeto”.
Ariadna fue interceptada por el femicida cuando iba camino a realizar unas comprar cerca de la estación ferroviaria en diciembre de 2015. Ingresó al Hospital Santamarina de Monte Grande y falleció siete días después. Tenía 17 puñaladas en la cabeza, una oreja y tres dedos mutilados.