La historia personal de Viel Temperley y la creación de la fundación tienen una raíz común que determinó el curso de la vocación social de su fundadora. La directora perdió a su hijo en 2006 y a su marido en 2011 a causa del cáncer. Durante la internación del primero, Viel Temperley comenzó a enfocarse en "correr el foco" durante el tratamiento para "conectar con lo sano".
Fue así que, tras dos años de internación en el hospital de clínicas, comenzó a replicar su método. "Lo que hice con mi hijo lo hago con los pacientes. Replicamos el modelo en distintos hospitales basados en criterios y protocolos que tenemos para las actividades y los voluntarios", explicó Viel Temperley.
El acompañamiento se realiza a través del arte y la reflexología, como una forma de trasladarse durante la quimioterapia e intentar que el procedimiento se trasforme en otra cosa y no sólo esperar a que el goteo termine. De esa manera, explicó la Directora de la fundación, nació el nombre: "La paciente Zulema pintó unas sierras en su tercera sesión de quimioterapia y cuando le preguntamos qué estaba pintando, nos contó que quería comprar una casita en Córdoba y viajar allá. Pintó unas sierras divinas y a la obra la tituló "Donde quiero estar".
Le pusimos ese nombre a la primera muestra y concurso, después le dimos ese nombre al programa, porque justamente la pintura traslada a los pacientes de la sala de quimioterapia y los lleva a donde quisieran estar".
Amor y profesionalismo
La fundadora de la entidad también destacó que las actividades que realizan los pacientes junto a los voluntarios de "Donde quiero estar" están contempladas dentro de un marco teórico que les permite "acercarse al paciente desde el lado humano y el lado profesional a la vez".
Sobre su vivencia personal, la creadora de la fundación reconoció: "Lo hago con amor y esa es mi forma de canalizar tanto dolor. Cuando comencé, yo quería que los familiares les hicieran a los pacientes lo mismo que yo le hacía a mi hijo. El tiempo nos ayudó a prepararnos y profesionalizarnos y sé que mi historia personal fue la que me hizo fuerte como para poder ayudar a los demás".
Por otra parte, respecto de la capacitación que reciben los voluntarios, en su mayoría profesionales de la reflexología y docentes de arte, Viel Temperley expresó: "Los voluntarios son entrevistados por un equipo de psicólogas, para estar seguros de que van a poder llevar adelante su voluntariado".
Además, agregó que "hacemos reuniones mensuales para saber como están y como avanzan los proyectos. La continuidad y el profesionalismo de los voluntarios es tan importante para los pacientes como para los voluntarios mismos".
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