El Milrayitas despachó en un rato al Tambero y pudo evitar zozobras, logrando el objetivo de la coronación en el Apertura de la B Metro, quedando a tiro del ascenso a la categoría superior.
Los Andes festejó a lo grande en Lomas de Zamora, donde venció por un ajustado y emotivo 3 a 2 a Cañuelas, para aferrarse al título en el Apertura de la B Metropolitana, lo que le permite aguardar, al menos, por una final en pos de lograr el ascenso a la Primera Nacional.
El Milrayitas tuvo que sufrir más de la cuenta para sentenciar el objetivo, ya que el rival se aprovechó de sus nervios, entendió por dónde lastimar, y se puso en ventaja por duplicado para dejar atónitos a los hinchas que habían colmado las tribunas para disfrutar de un trámite para dar la vuelta olímpica.
Fue un primer tiempo para el olvido en la región, con un Tambero que sacó rédito de un ambiente enrarecido que preocupó a todos, dado que un tropezón le allanaba el camino a Colegiales, el escolta, para dar el zarpazo en la última fecha si acaso superaba a Sportivo Italiano en Ciudad Evita, resultado que finalmente se concretó por la mínima diferencia.
En ese sentido, se tornaba trascendental no dejar lugar a suspicacias y el complemento mostró a un combinado lomense furioso, capaz de revertir la tendencia y con argumentos futbolísticos de sobra para entender por qué era candidato a llevarse el trofeo.
Y lo certificó todo en menos de 20 minutos al promediar el segmento gracias a las conversiones de Federico Martínez, de penal, Ezequiel Gallegos y Manuel Brondo, que sentenciaron una historia que los marca a fuego con una efectividad indiscutida.
Es que para el anfitrión si el primer tramo parecía todo oscuro, el segundo aclaró en gran forma y todo se debió no sólo al juego lúcido colectivo, sino especialmente por una individualidades que aceleraron en los momentos precisos, y convirtieron cuando debían para anular todo tipo de inconvenientes para el final.
Incluso, en el cierre era más factible que se aumente la cuenta a que el contrincante empareje el tanteador, y por eso el alivio era elocuente, pese a la tensión generalizada para ver si se definía el juego y se desataba el desahogo.
De hecho, poco importó que el Tricolor, a la distancia, desde La Matanza, avisara que gana su desafío. Ya no interesaba. Los Andes supo capitalizar los errores de su adversario, evitó zozobras y se quedó con los tres puntos necesarios para sellar la gloria.
¿Cuáles son los números del campeón? 46 son los puntos cosechados a lo largo de 21 compromisos, producto de 14 victorias, siendo el que más lo consiguió durante todo el campeonato, cuatro empates y apenas tres derrotas.
El tropezón último fue hace casi un mes, cuando completó el juego que había iniciado esquivo con Villa San Carlos, en Berisso, que se jugó en dos tramos por la suspensión derivada de una agresión en el entretiempo. Desde allí se dieron cuatro alegrías en fila y no permitió que sus rivales se acomoden y le metan presión. Entendió cómo jugar y administró los tiempos para aferrarse a la gloria, esa que lo tendrá en la cima durante todo el semestre, teniendo a mano una apuesta fuerte: acelerar, ir por el Clausura y dar la vuelta olímpica definitiva que deposite al club otra vez en la Primera Nacional, o diseñar un plantel competitivo y esperar por el rival que se quede con el título del Clausura, con el que disputará una final por la máxima meta.