Bitcoin es la criptomoneda más famosa del mundo, junto con Ether, Aave o Dai, por citar a los ejemplos más conocidos. También existen numerosos proyectos con un futuro muy prometedor y que cosechan miles de usuarios día tras día.
Y en los últimos días, otro token comenzó a trepar posiciones, hasta alcanzar el Top Ten y ya se encuentra entre las diez más capitalizadas del mundo. Nos referimos a Dogecoin, la cual nació para ser usada principalmente para pagar propinas a través de internet y que tiene sus orígenes en una burla a un famoso meme. Pero gracias al apoyo que recibió por parte del propio Elon Musk y hasta el líder de la mítica banda Kiss, no para de crecer.
Su cotización se disparó más del 60% cuando el empresario Elon Musk, dueño de Tesla y SpaceX la nombro en la red social Twitter. Lo mismo ocurrió con Bitcoin al inicio de la semana tras el anuncio de la gran compra de estos activos digitales realizado por la firma de autos inteligentes del magnate.
Cabe destacar que Dogecoin nació en 2013, como una broma o parodia de la “fiebre” cripto, y se inspiró en su logo en las imágenes de uno de los memes más populares de internet, el del perro japonés Doge.
Fue diseñada por los especialistas Billy Markus, un programador estadounidense que trabajó como ingeniero en IBM, y Jackson Palmer, un australiano que estaba al frente del departamento de marketing de la firma Adobe Systems.
Se maneja de manera similar a Litecoin (descentralizada) y se pueden realizar con este token transacciones entre particulares y empresas de una forma poco regulada.
Y en los últimos días la reputación de la criptomoneda del perrito creció a medida que también sumó más miembros a su comunidad y a diferencia de Bitcoin, no existe un límite en el número de Dogecoins que se pueden producir y por eso vale centavos de dólar.