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Una periodista francesa analizó cómo la aplicación decide a que personas entrelazar de acuerdo a su clase social y apariencia
Tinder surgió como una iniciativa desprejuiciada para conocer personas y concretar citas. En el imaginario, quienes la descargan creen que la aplicación se encargará de presentarle personas sin ningún tipo de sesgo. Pero, como sucede habitualmente, nadie le presta la debida atención a los términos y condiciones que le permiten a la empresa jerarquizar a sus usuarios. Y la verdad es cruel: el algoritmo discrimina y califica a las personas.
La francesa Judith Duportail fue quien reveló esta manipulación de los datos que realiza la app en su libro L'amour sous l'algorithme (El amor bajo el algoritmo). En esas páginas, la periodista explica cómo tu "nota secreta de atractivo" cambia si una persona con buena puntuación te da like. En ese sentido, tu físico, tu estilo de vida, tus ingresos, tu nivel de estudios… todo eso se utiliza para calificarte a través de un sistema de cálculos que se basa en tu comportamiento y en la percepción que tengan otros usuarios de vos.
Asimismo, la autora asegura que se emplean técnicas del ejército estadounidense para evaluar la inteligencia y achicar más el espectro de posibles conquistas.
"Tinder se reserva la posibilidad de evaluar a las mujeres de forma diferente que a los hombres... y todo lo que está en el texto lleva al match a hombres que de alguna forma son dominantes sobre las mujeres: sea en términos de dinero, estudios o edad", comentó la autora para destacar la condición patriarcal que rige en el sistema.
A pesar de que Tinder suele bajar un discurso progresista con su apoyo a distintos movimientos a favor de la inclusión y la diversidad, su "letra chica" está muy lejos de ser consecuente con esa postura.
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