Con el cambio generacional, también cambiaron las prioridades. Es notorio cómo en los últimos años, los millenials prefieren conocer el mundo y vivir como nómades, en lugar de comprar una casa o formar una familia. El sueño cambió. Y las formas de viajar también.
El tipo de alojamiento impulsado por Airbnb llegó para quedarse, así como el nuevo modelo de negocio Peer to Peer, en el que las personas ya no necesitan una empresa para recibir un servicio, sino que la transacción se realiza entre pares.
Una nueva tendencia en el mundo de los viajes está creciendo: el House Sitting. Si hay algo en los que los viajeros suelen querer ahorrar es en el alojamiento, ya que en realidad buscan vivir la experiencia de estar en otro país y recorrer el mundo, en detrimento del lujo y el relax.
Por eso esta nueva tendencia llega para resolver dos problemas habituales. El House Sitting consiste en cuidar una casa o una mascota durante un período de tiempo en el que el dueño debe ausentarse. Por este servicio, quien es elegido para realizarlo, no recibe dinero a cambio, sino alojamiento gratis, que no es poca cosa. Es decir, es un sistema de intercambio en donde no hay dinero de por medio.
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Carola Fernández Moores y Marcelo Borrego relataron en su blog “Periodistas Viajeros” cómo fue su experiencia de viajar por el mundo durante dos meses cuidando casas y mascotas. Según su relato, el House Setting “nos permitió alargar el viaje, ahorrar y tener una casa/base por días, semanas y hasta meses y trabajar como nómadas digitales además de vivir como locales”.
Como todo sucede hoy en día en internet, es en la red donde se encuentran las ofertas de alojamiento. Existe más de una decena de plataformas en la web, que exigen el pago de una membresía anual para poder postularse, pero que al momento de sacar cuentas, el monto es ínfimo al lado de lo que costaría una estadía.
Para postularse, solo es necesario crearse un perfil en la plataforma elegida. Luego empezar a recorrer las ofertas, teniendo en mente una idea de la región/país que se quiere visitar. El proceso es similar al de buscar un empleo.
Ellos recomiendan aplicar a más de una opción “porque no suelen aceptarnos en la primera chance. Al no tener referencias por ser principiantes, al inicio puede complicarse”. Finalmente, se debe esperar hasta que el dueño se ponga en contacto con el elegido y confirme la operación.
“Una vez confirmada la fecha, los dueños suelen ofrecer que pasemos a conocerlos un día antes, compartir un poco de tiempo con las mascotas y comprender el funcionamiento del lugar. Además nos enviarán un manual informativo de la casa y de las rutinas de las mascotas”, explican los periodistas.