Mientras sigue con TVR en televisión y espera el estreno de la película Kryptonita, donde interpreta nada menos que a un Batman del Conurbano, el actor habla sin tapujos de su posición política y de su “primera vez” en la Villa, en el verano.

Mientras aguarda para la próxima semana el estreno de Kryptonita, la particular película de Nicanor Loretti que protagoniza, y se prepara para debutar en la cartelera veraniega de Villa Carlos Paz con Algunas Mujeres a las que les cagué la Vida, Pablo Rago reflexiona sobre el aún incierto futuro de TVR (Televisión Registrada) con la reciente victoria presidencial de Mauricio Macri. Abiertamente defensor del modelo kirchnerista dentro y fuera del programa de Canal 9 que conduce junto a Gabriel Schultz en los últimos 5 años, este actor, fiel a su estilo, muestra su respeto a la decisión mayoritaria de la gente el último domingo, pero no se calla absolutamente nada.

"En TVR seguiría", recalca Rago de inmediato dejando expresado su deseo de continuidad al frente del envío que en las 15 temporadas que lleva de existencia comenzó haciendo foco en la televisión en general y terminó con una clara postura de tinte política. "Soy fan del programa desde siempre y con Gabriel nos llevamos realmente muy bien como para que sea la última función. Espero que no sea así. Ojalá que no", sonríe con complicidad.

"Vamos a ver qué pasa con el programa de ahora en más. Lo único que sí sé es que la productora de Diego Gvirtz se vendió a Cristóbal López. Se hablan de muchas posibilidades pero realmente no sé", dice respecto a TVR, el ciclo estrenado el 5 de julio de 1999 en el canal América TV conducido en ese momento y durante seis años por Claudio Morgado y Fabián Gianola."Tengo muchas ganas de seguir".

Además del ciclo de TV y de la película donde interpretará una especie de Batman del Conurbano bonaerense, Rago se apresta para volver al teatro, en el verano en Carlos Paz.

El 18 de diciembre Pablo hará por primera vez temporada en Villa sumado al elenco de Algunas mujeres a las que les cagué la Vida, en el Teatro Del Sol. El reto lo entusiasma y le divierte sobremanera. "Hacía mucho que no hacía teatro. A mi hijo le encanta que vaya a Carlos Paz y tengo muchas ganas de hacer temporada allí porque nunca hice", ratifica Rago que se incorpora a la pieza que recrearán este verano Silvina Luna, Magui Bravi, Laura Bruni y Miriam Lanzoni con dirección de Marcelo Cosentino. "La obra funciona muy bien desde hace mucho y con distintos elencos. Algunos me preguntan si la escribieron para mí. Aunque las chicas no me crean tengo que componer. Parece, pero no soy el mujeriego que parezco de la obra", se ríe.

En tanto, enseguida aclara que está lejos de ser el hombre que, como en la ficción que representará en escena, "traiciona" a las mujeres. "Después de adentrarme en la obra me di cuenta que yo no era así. Si los tipos son unos garcas como este tipo yo no lo soy. No me siento identificado así que estoy actuando bastante", agrega nuevamente entre risas.

Volviendo al terreno político, Rago se refiere al resultado electoral del domingo último. "Espero que la gente haya votado lo mejor para los que necesitan realmente el Estado, que no son los ricos. Los que más lo necesitan son los pobres. Claramente de las dos opciones había una que pensaba más en los que menos necesitan y otra que no. Esta elección, como dijo Alejandro Dolina en TVR era la más fácil de todas; blanco no negro. La gente eligió", sostiene profundamente comprometido con el gobierno que ya culmina. Y enseguida hace hincapié en la aceptación. "De todas maneras, la mayoría nunca se equivoca, yo creo en la democracia. Me parece que es el mejor sistema de gobierno que conocemos. Tiene no sé cuantos miles de años pero no se inventó otro sistema mejor. Para mí la mayoría no se equivoca así que lo que decidió va a ser seguramente lo mejor para todos", asegura.

Lejos de la posición fijada por algunos de sus colegas que llegaron a vociferar que si la fórmula presidencial liderada por Macri resultaba victoriosa dejarían Argentina, Pablo Rago, ironiza entre carcajadas. "¿Cómo me voy a ir del país si la única forma que vuelva Cristina en el 2019 es que nos quedemos acá?".

Ante la pregunta si se reconocía como un actor militante, fue categórico. "No. Yo no soy un actor militante. Sí milito en la vida privada "de entre casa" digamos. Lo hago con mi familia, con mis amigos. También escucho qué es lo que piensa el otro y por qué piensa distinto. No soy un cerrado ni un fanático ni nada por el estilo. Pero en esta última etapa, sobre todo antes del balotaje, me parece muy valorable lo que hicieron los compañeros como Pablo (Echarri), Fernán Mirás que salieron a la calle a hablar con las personas, cara a cara, y a contarles qué es lo que nos parece a nosotros. No quiere decir que eso vaya a modificar nada ni vaya a perjudicar tampoco a los actores. Tiene que ver con poder expresar las convicciones y eso me parece destacable. Si bien somos un país joven en la democracia nos gusta ser líderes y está bueno que sea así", finalizó.


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