El nuevo River tuvo un ensayo oficial para mostrar su nuevo modelo y, apenas, lo logró de a ratos en la primera parte cuando consiguió la diferencia ante Atlas. Luego mostró algunos problemas defensivos que significaron un susto en el inicio de la parte final.
Pero no hubo milagro para Atlas y ahora el Millo tiene por delante a Instituto a quien debería enfrentar el domingo -en principio- en Mar del Plata. El resultado 3 a 0 sirvió para que el Muñeco siga aceitando un nuevo sistema y en especial para seguir dándole minutos y tiempo a los refuerzos.
A los 12 minutos, el nuevo modelo Gallardo mostró sus mejores luces con una jugada extraordinaria. La inicio Pity por izquierda, descargó con Alario, la volvieron a sacar para evitar el amontonamiento de jugadores de Atlas y la pelota terminó en la zona derecha. Enzo Pérez le buscó el lugar a Nacho para que acelere. El ex Gimnasia le dio un pase, de nuevo a Alario, quien se la bajó a Pity y el 10 enganchó de zurda y, sin que baje, le dio de derecha para un golazo. La jugada, con la salvedad del rival, fue todo una sello de lo que busca el DT.
El segundo gol llegó cerca del final del primer tiempo. Lo hizo Nacho de cabeza y otra vez, la jugada tuvo gestos de lo que quiere mostrar el DT. Juego asociado por afuera, esta vez por derecha, entre Moreira y Enzo Pérez, y llegada de un volante para anotar, como lo hizo Nacho de cabeza cuando Alario se llevó las marcas.
Entre los dos goles lo que hubo fue un intento constante de ensayar de manera oficial la táctica nueva. La falta de exactitud en los metros finales evitó que haya más gritos.
Atlas enfrente fue apenas una ilusión entusiasta con dos líneas de cuatro muy metidas en su campo tratando que Gauna y Gil generen alguna aparición en los últimos metros. Pero no pudieron mucho. Sólo una jugada forzada por derecha que el 9 tiró fuerte y cruzado cuando hubiera estado mejor el centro atrás. La diferencia de categoría fue evidente y el resultado lo marcó.
En el segundo tiempo River entró dormido, casi le hacen un gol olímpico, luego Gil volvió a loco a Pinola y casi anota Gnocchi. La tercera fue de nuevo de Gnocchi y la cuarta tras un córner, Martínez, metió en apuros a todos.
Fueron 10 minutos de furia de Atlas en los que no pudieron anotar. Tras eso, el Muñeco, cambió el sistema y mandó al campo a Scocco por Enzo Pérez. Luego puso a Auzqui para que salga Rojas y Nacho se meta adentro.
La parte final del partido se fue desdibujando mientra el equipo de la D ya físicamente no daba más. River trataba de buscarle la vuelta para hacer màs goles.
Al final llegó el debut de Rafaél Borré que mostró el entusiasmo del asunto pero no tuvo tiempo para much. La nota color la dio Wilson Severino que volvió a Atlas para despedirse y entró a la cancha llorando para abrazar a Ponzio.