Boca sigue con sensaciones amargas. Tras no poder imponerse y empatar 0-0 con Racing en La Bombonera en el partido de ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores, este jueves los estudios médicos confirmaron que Valentín Barco tiene un desgarro en el aductor izquierdo y su presencia para la revancha está casi descartada.
Barco se arrojó al suelo apenas iniciado el segundo tiempo del encuentro de ida y enseguida pidió el cambio y encendió las alarmas. Estaba siendo una de las figuras del equipo y fue una dura baja que podría extenderse al partido de vuelta. Está difícil que pueda estar en el Cilindro pero en Boca aún no lo descartan.
Dentro de la mala noticia, lo positivo es que la lesión muscular es de menor gravedad de lo que se esperaba y, si bien puertas adentro saben que es complicado son optimistas con que se pueda recuperar a tiempo.
Jorge Almirón tiene decidido esperar la evolución del Colo hasta último momento con la ilusión de poder tenerlo a disposición en la revancha. Teniendo en cuenta que apenas tendrá seis días de recuperación (la comenzó este jueves mismo en el predio de Ezeiza), el panorama no es alentador pero harán todos los esfuerzos.
La lesión derivó luego de un fuerte roce contra el lateral derecho de Racing, Tobías Rubio, en el cierre de la primera etapa. El Colo regresó al campo de juego con evidentes gestos de dolor e intentó seguir jugando, pero rápidamente, tras la primera acción, se dio cuenta de que no podía moverse con normalidad.
Así, a los tres minutos del segundo tiempo Barco se tumbó en el césped de la cancha, se llevó las palmas de sus manos a la cara y dejó una imagen que inmediatamente todos los fanáticos del Xeneize no querían ver. El juvenil de 19 años pidió el cambio por lesión, se marchó desconsolado y toda La Bombonera lo ovacionó, tras su enorme rendimiento demostrado en el encuentro siendo de lo mejor de Boca.