La bronca y la impotencia de la Selección de Uruguay que quedó eliminada del Mundial de Qatar a pesar de haber ganado esta tarde quedó de manifiesto en una acción que seguramente tendrá consecuencias. El protagonista no fue otro que Edinson Cavani, quien al abandonar el campo de juego rumbo a los vestuarios se desquitó y tiró al piso el VAR.
En lo que fue todo un símbolo, Cavani -que acabó el partido como capitán de la Celeste- vio el tótem con el monitor que utiliza el árbitro para chequear las jugadas dudosas y lo empujó al pasar, ante la mirada incrédula de los presentes.
"¡Tranquilo Cavani, tranquilo!", le gritaron algunos hinchas uruguayos que vieron desde las tribunas esta inesperada reacción del ídolo que acababa de jugar su último partido por Copa del Mundo.
¿A qué se debe su reprochable actitud? Es que a poco del final el jugador del Valencia de España cayó en el área y reclamó una supuesta falta que no sólo no fue cobrada sino que ni siquiera mereció el llamado de quienes estaban precisamente en el VAR.
Cavani, de 35 años, aseguraba con ademanes y gritos que el defensor ghanés Seidu lo tocó en el gemelo de una de sus piernas, pero el árbitro alemán Daniel Siebert desestimó la acción por considerar que no era falta. Y como las quejas seguían, incluso le mostró la tarjeta amarilla al goleador ex Manchester United.
Tras el partido, y con la eliminación ya consumada, su compañero Luis Suárez señaló ante la prensa: "Con los penales que se están cobrando en este Mundial, es increíble cómo no cobraron este".
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