Se trata de un torneo organizado en el predio de la familia Pieres, ubicado en General Rodríguez. Los inspectores municipales detectaron gran cantidad de autos, camionetas y trailers, público y movimiento de caballos, sin las medidas de seguridad y la habilitación correspondientes.
El predio de polo de Ellerstina, que la familia Pieres tiene en el partido bonaerense de General Rodríguez, fue clausurado luego de que un operativo municipal detectara un torneo en plena actividad sin las condiciones mínimas de seguridad ni la habilitación correspondiente. Los inspectores encontraron el lugar funcionando con público, luces y movimiento de caballos, lo que derivó en la intervención judicial y el cierre del establecimiento por diversas irregularidades.
Según consta en las actas de clausura, los inspectores municipales se presentaron -junto con personal policial- en horas de la tarde del 26 de noviembre pasado tras advertir una importante aglomeración de vehículos, camionetas y trailers, indicio de un torneo en desarrollo.
En el lugar se encontraron con un predio en el había música, numeroso público, cámaras de televisión, carpas montadas y un intenso movimiento de personas y caballos. Al iniciar la inspección, se verificó que el establecimiento no contaba con la habilitación correspondiente, y sin la presencia obligatoria de bomberos ni ambulancias, entre otras medidas indispensables para cualquier evento deportivo según la normativa municipal vigente.
La municipalidad dispuso la clausura preventiva del predio por incumplimiento de obligaciones legales, con intervención del Juzgado de Faltas N°2. Sin embargo, por varias horas los responsables de Ellerstina decidieron continuar con la actividad clandestina, al parecer por tratarse de un “evento privado”.
Más tarde y según consta en un acta municipal, el apoderado del predio, Milton Eugenio López se negó a permitir la colocación de una de las fajas de clausura, situación que quedó asentada por el personal municipal. Incluso después de la notificación formal, se siguieron observando vehículos, público, actividad ecuestre e incluso fuego encendido dentro del predio, algo expresamente prohibido durante una clausura.
No es la primera vez que Ellerstina, uno de los clubes tradicionales del polo argentino, es protagonista de un hecho polémico. En los últimos años también apareció mencionado en la investigación por presuntas irregularidades en la exportación de caballos de polo, en el marco de una causa por maniobras de subfacturación y triangulación que alcanzó a más de treinta polistas y varias empresas del sector.
comentar