El italiano Jannik Sinner derrotó a Carlos Alcaraz por 7-6(4) y 7-5, se consagró Maestro por segunda temporada consecutiva y evitó que el español lograra su primer título en las Finales ATP.
Jannik Sinner volvió a coronarse en Turín. El italiano defendió su título en el ATP Finals y frenó el intento de Carlos Alcaraz de convertirse por primera vez en Maestro. En una final de enorme nivel, cargada de potencia, precisión y matices tácticos, el número dos del mundo se impuso por 7-6(4) y 7-5 y celebró nuevamente ante un público que lo tiene como ídolo absoluto.
El encuentro, sexto duelo entre ambos en la temporada y séptimo consecutivo disputado en finales, estuvo a la altura de la rivalidad que dominó el circuito en 2024 y 2025. Sinner y Alcaraz llegaron invictos al partido decisivo, pero el español lo hizo con menos descanso tras una semifinal más exigente. Incluso necesitó atención médica en el primer set y jugó todo el segundo con un vendaje en el muslo derecho, una molestia que condicionó su movilidad en varios pasajes.
En el set inicial, ninguno logró imponer del todo su ritmo. Sinner lució más sólido y más fresco, aunque Alcaraz dispuso de la única oportunidad de quiebre. El partido estuvo detenido unos doce minutos por una emergencia sanitaria en la tribuna, un paréntesis que pareció favorecer al italiano.
El murciano llegó incluso a tener un set point, pero Sinner respondió con un segundo servicio que superó los 180 km/h y forzó un tie-break que terminó inclinándose a su favor gracias a dos globos impecables y un servicio demoledor.
Alcaraz volvió a pedir asistencia médica antes del segundo parcial y sorprendió con un quiebre rápido, el primero que recibió Sinner en todo el torneo.
El español se mantuvo adelante hasta el 3-2, cuando un efecto extraño en un resto del italiano mantuvo una pelota dentro y permitió recuperar la paridad. Desde allí, la consistencia de Sinner y su lectura para encontrar los ángulos en la red desgastaron al número uno del mundo, que luchó pero no logró quebrar la muralla del italiano.
La definición llegó en el primer punto de partido: Sinner concretó su segundo quiebre del encuentro y selló otra campaña perfecta, sin ceder sets, ante una multitud que celebró cada punto como propio. Con el triunfo, el italiano retiene el título y reafirma su dominio en pista rápida cubierta, mientras Alcaraz conserva el número uno del ranking y ya piensa en la Copa Davis.
En la ceremonia, Sinner elogió a su rival con gestos de admiración: “Te mereces el número 1. Si no soy yo, estoy contento de que seas tú”, dijo mirando al español. También subrayó la importancia de coronarse en su país: “Es increíble cerrar el año así, ante el público italiano. Significa muchísimo”.
Alcaraz, de buen humor pese a la derrota, devolvió los elogios y lanzó un mensaje entre risas: “Descansa ahora, porque yo voy a estar preparado para el año que viene”. El murciano agradeció el apoyo de su equipo y el respeto del público turinés, que alternó aliento para ambos durante una final que se jugó como una verdadera batalla por el presente -y el futuro- del tenis mundial.
Sinner, que no jugará la Copa Davis, cierra otro año extraordinario, mientras Alcaraz viajará a Bolonia con el desafío de liderar a España. La rivalidad más brillante del circuito promete seguir escribiendo capítulos memorables.
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