Un fiasco. Lo que a priori había sido denominada (sin faltar a la razón) “La Pelea del Año”, terminó siendo un bodrio mayúsculo, y una decepción doble.
Primero, por la pelea en sí, donde durante los primeros 6 rounds no pasó nada. Segundo, por el fallo escandaloso que otorgó la victoria unánime tras 12 vueltas al yanqui de origen hondureño Teófimo López (61,200), que unificó la corona mundial ligero de todas las versiones (AMB/CMB/FIB/OMB) al vencer a uno de los considerados Nº 1 libra por libra del momento, el ucraniano Vasyl Lomachenko (61,200), en el choque de ayer por la noche en la Burbuja del MGM Grand de Las Vegas.
La pelea fue clarísima, sin lugar para las polémicas: todo dependió de Lomachenko, lo bueno y lo malo.
Lo malo, porque durante las primeras 6 vueltas fue para atrás, rehuyendo el combate, mientras Teófimo lo perseguía tirando lo que podía, y pegando a cuentagotas, con lupa electrónica. Pero al menos, intentó. Y como en boxeo los rounds que no se ganan, se pierden, fueron todos para Teófimo.
A partir de allí el ucraniano decidió justificar los 3.250.000 de dólares que le pagaban (1.500.000 para López) y empezó a trabajar. Fue entonces cuando se lo vio muy superior el hondureño, tanto en velocidad, como en técnica y en precisión, a punto tal que los rounds que fue ganando lo hizo con mucho más claridad y color que los que regaló (y perdió).
La ecuación daba 6 a 6, pero como las absurdas reglas de los organismos internacionales no contemplan el medio punto, y nadie da empate por recomendación, en teoría valen todos iguales (10-9).
No obstante ellos mismos pregonan dar 10-8 algún round en casos así, cosa que pocos aplican, reservando esa puntuación sólo para las caídas. Y fue el 11º un round apropiado para establecer una diferencia mínima pero clara entre ambos.
Sin embargo aquí viene lo escandaloso. No en cuanto al ganador -aunque sumando todo, la justicia y la lógica imponían que si lo había era el ucraniano-, sino en cuanto a la holgura de las tarjetas.
Cheatham 116-112, Weisfeld 117-111, y la señora Julie Lederman, 119-109, todos para López. Y más allá de que los dos primeros estuvieron poco idóneos, para Lederman, Lomachenko sólo ganó un round, lo que habla de una alarmante ineptitud para esta tarea, porque pensar en corrupción sería poco sagaz, ya que para ello alcanzaría con dar apenas un par de puntos.
Su fallo recuerda a la bochornosa tarjeta de otra mujer, C.J (Cynthia) Ross, que dio empate en 114 la pelea entre Canelo Álvarez y Floyd Mayweather, por la cual fue penalizada por la Comisión Atlética de Nevada, y no volvió a fallar ninguna pelea más. DIARIO POPULAR tenía 114-113 para Lomachenko.
comentar