Un informe de la UBA reveló que la tasa de informalidad alcanzó el 43,2% de los trabajadores en el segundo trimestre de 2025, con un récord histórico entre los asalariados.
La precariedad laboral volvió a marcar un récord en Argentina: el 43,2% de los trabajadores se encuentra en la informalidad, según un estudio de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. El dato, correspondiente al segundo trimestre de 2025, refleja un incremento interanual de 1,6 puntos porcentuales y expone un fenómeno estructural que afecta de manera directa a la pobreza y la desigualdad social.
El informe, elaborado por el Área de Empleo, Distribución e Instituciones Laborales (EDIL) del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), bajo la coordinación de los especialistas Roxana Maurizio y Luis Beccaria, detalla que entre los asalariados la tasa trepó al 37,7%, el nivel más alto desde 2008, con excepción de 2022.
Uno de los hallazgos más relevantes es la consolidación del fenómeno del “trabajador pobre”. En el primer trimestre del año, el 24% de los ocupados residía en hogares bajo la línea de pobreza. La proporción se elevaba a 42% en el caso de los informales, mientras que entre los asalariados registrados apenas alcanzaba el 12%. Esto significa que tener empleo ya no garantiza superar la pobreza.
Las diferencias salariales son abismales. El 40% de los trabajadores informales percibe ingresos inferiores al valor de la canasta básica de bienes y servicios, frente a solo un 5% de los registrados. En otras palabras, 4 de cada 10 informales no logran cubrir lo mínimo para subsistir.
La incidencia de la informalidad varía según la categoría ocupacional: 62,5% entre los cuentapropistas, 37,7% entre asalariados, 22,2% entre patrones y 1% en familiares no remunerados. La mayor parte de la informalidad (63%) corresponde a asalariados, lo que refleja la importancia de este sector dentro del mercado laboral argentino.
Los jóvenes de entre 16 y 24 años son los más golpeados. En ese rango etario, la informalidad alcanza al 63% de los trabajadores, es decir, 6 de cada 10, un nivel que supera en 21 puntos porcentuales la tasa general. El informe subraya la vulnerabilidad de este sector, que enfrenta mayores dificultades para insertarse en empleos formales y con derechos.
Entre los puntos clave del documento se destacan: el récord de 43,2% de empleo informal, el máximo nivel entre asalariados desde 2008, la elevada proporción de trabajadores pobres y la profunda brecha salarial entre formales e informales.
Para los investigadores, el crecimiento de la informalidad laboral se traduce en mayor desigualdad y vulnerabilidad social. “La informalidad es un fenómeno estructural en Argentina, y lejos de resolverse, tiende a consolidarse”, concluye el informe de la UBA.
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