El Observatorio de la Deuda Social que elabora la Universidad Católica Argentina presentó sus último datos. La indegencia afecta al 6,8% de la población
La tasa de pobreza en la Argentina se ubicó en 36,3% al cierre del tercer trimestre, mientras que la indigencia afecta al 6,8%, según el último informe del Observatorio de la Deuda Social (ODSA) que elabora la Universidad Católica Argentina (UCA).
De esta forma, la pobreza cayó 9,3 puntos con relación al mismo período del año pasado y 8,4 puntos frente al tercer trimestre de 2023, antes de la asunción de Javier Milei, de acuerdo a la metodología de la UCA.
“Corrigiendo el cálculo por la mejora en la captación de ingresos, la caída real de la pobreza monetaria bajo la gestión actual sería de solo" 2.1 p.p., y la pobreza corregida en 2025 se situaría en torno al 35% (usando valores corregidos por captación del 2T 2025). Aproximadamente tres cuartas partes de la caída en las cifras oficiales de pobreza desde 2023 podrían deberse a este efecto estadístico”, señaló.
Según indicó el trabajo publicado, los datos referidos a la pobreza provienen del análisis de las privaciones monetarias (pobreza e indigencia por ingresos) y de indicadores complementarios como el estrés económico y la inseguridad alimentaria.
Pobreza: Se define a los hogares como pobres si sus ingresos se encuentran por debajo del umbral del ingreso monetario necesario para adquirir una canasta de bienes y servicios (Canasta Básica Total o CBT).
Indigencia: Se considera indigentes a los hogares cuyos ingresos no les permiten adquirir el valor de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que cubre un umbral mínimo de necesidades alimenticias.
El informe señala que la proporción de hogares y población en condición de privaciones económicas es un problema que se arrastra desde hace poco más de cuatro décadas en el país.
En los últimos 20 años, la pobreza por ingresos ha mantenido un piso estructural de alrededor del 25% de la población, y la indigencia, alrededor del 5%.
El régimen político-económico post-convertibilidad (2002-2023) nunca pudo superar el 25-30% de pobreza crónica en términos de ingresos y recursos de inclusión social.
El tercio inferior de la estructura social se concentra en una población atrapada en la pobreza debido a empleos informales, precarios o de subsistencia, y una dependencia estructural de las transferencias públicas.
La tasa de pobreza oficial del INDEC para el segundo trimestre de 2025 (proyectada) habría sido del 31.8%, lo que implica una baja de 9.5 puntos porcentuales desde el segundo trimestre de 2023.
Sin embargo, existe un sesgo en la medición monetaria (subregistro de ingresos en la EPH). Corrigiendo el cálculo por la mejora en la captación de ingresos, la caída real de la pobreza monetaria bajo la gestión actual sería de "solo" 2.1 p.p., y la pobreza corregida en 2025 se situaría en torno al 35% (usando valores corregidos por captación del 2T 2025).
Población en hogares con niños en situación de pobreza: 48.8%.
Población en hogares sin niños en situación de pobreza: 10.8%.
La población crónicamente pobre (que siempre estuvo en situación de pobreza por ingresos entre 2024 y 2025) representa el 27.6% del total.
La cronicidad es significativamente mayor en los estratos más bajos: en el nivel Muy Bajo, el 60.9% de la población permaneció crónicamente pobre entre 2024 y 2025.
Estrés Económico: Mide la percepción subjetiva de que los ingresos del hogar no son suficientes para cubrir los gastos básicos.
En 2025, el 46.8% de la población está afectada por el estrés económico, un valor superior al piso histórico cercano al 35%.
Casi 7 de cada 10 hogares de NSE bajo padece estrés económico.
La cronicidad del estrés económico se mantiene alta, cercana al 28.3% del total de la población en 2024-2025.
Inseguridad Alimentaria: Refleja la reducción involuntaria de porciones de alimentos y/o experiencias de hambre por motivos económicos.
En 2025, el 18.7% de los hogares se encuentra en situación de inseguridad alimentaria total, y el 7.8% bajo inseguridad alimentaria severa.
La inseguridad alimentaria es crítica en el estrato Muy Bajo, con valores superiores al 50% en los picos y 40.2% en 2025 (inseguridad alimentaria total).
Impacto de Transferencias Sociales: Las simulaciones indican que los programas sociales son necesarios aunque insuficientes.
La indigencia se reduciría a la mitad si se eliminaran los programas de transferencias (la tasa de indigencia simulada sin transferencias en 2025 es del 12.8%, frente al 6.8% observado).
La pobreza sería alrededor de un 20% más elevada sin estas transferencias (la tasa simulada sin transferencias en 2025 es del 41.8%, frente al 36.3% observado).
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