
Las subas en alimentos y bebidas, junto con la volatilidad del dólar tras las elecciones legislativas, impulsan el índice de precios al consumidor, según los relevamientos. El dato oficial del INDEC se conocerá el 12 de noviembre.
Tras el respiro que significó la inflación del 2,1% en septiembre, las estimaciones privadas indican que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de octubre volverá a mostrar una suba, ubicándose entre el 2,1% y el 2,8%.
Así lo señalan los relevamientos de consultoras como LCG, Econviews y Libertad y Progreso, que atribuyen el incremento a la presión de los alimentos y la volatilidad del dólar. El dato oficial será difundido por el INDEC el próximo 12 de noviembre.
El componente más determinante en la aceleración inflacionaria del décimo primer mes del año es el rubro “alimentos y bebidas”, que representa una porción significativa de la canasta de consumo de los sectores de menores ingresos.
La consultora LCG registró un aumento promedio de 2,9% en alimentos hasta la cuarta semana de octubre, empujando su proyección general al 2,5%. En una línea similar, Econviews y Libertad y Progreso estimaron una inflación cercana al 2,8%, destacando que las subas estuvieron marcadas principalmente por productos de primera necesidad.
Este repunte inflacionario está vinculado también a la inestabilidad cambiaria que atravesó el país durante la segunda mitad de octubre, cuando el dólar mostró fuertes oscilaciones en medio del clima político previo a las elecciones de medio término. La victoria de La Libertad Avanza (LLA), que se impuso con el 40% de los votos, generó especulaciones sobre escenarios futuros, impactando en la formación de precios.
Según la consultora Analytica, el IPC de octubre rondaría el 2,2%, en un nivel cercano al de septiembre. En el Gran Buenos Aires, el relevamiento de C&T Asesores Económicos detectó una inflación de alrededor del 2% hacia la mitad del mes, mientras que Equilibra estimó una cifra del 2,1%, con una fuerte influencia del componente Núcleo, que mide la variación de productos sin estacionalidad ni regulaciones.
Entre los alimentos que más subieron en octubre se destacan lácteos, huevos, panificados y carnes, con alzas que superaron en varios casos el promedio general. En tanto, los “alimentos y bebidas no estacionales” treparon 2,3%, por encima de los regulados y estacionales, que se ubicaron en 1,9%.
No todas las consultoras prevén un número por encima del 2%. PxQ estimó una inflación del 1,9%, el registro más bajo entre los relevados. En tanto, el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central proyectó una inflación cercana al 2%, mostrando cierto optimismo en un contexto aún incierto.
La presión de los precios regulados también incidió en el alza. Entre los ajustes más significativos se destacaron los aumentos en el transporte público en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), especialmente en los boletos de colectivos y subtes.
Por su parte, la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) indicó que la expectativa de inflación para octubre se ubicó en 3,96% en promedio, un leve crecimiento respecto al mes anterior. Sin embargo, la mediana se mantuvo estable en 3%, marcando cierta dispersión entre la percepción general y la de los hogares.
A medida que se acerca el cierre del año, los economistas advierten que romper la inercia inflacionaria dependerá en gran medida de la estabilidad del tipo de cambio, el control de los precios regulados y la evolución de los salarios en un contexto social marcado por la pérdida del poder adquisitivo.