El titular del sindicato de Canillitas, Omar Plaini, se refirió a la complicada situación que atraviesan los diarieros en medio de la pandemia, y señaló a la caída de las ventas que estaba sufriendo el sector, se sumaron ahora "complicaciones" como la prohibición a muchos de los trabajadores para ingresar a la Capital Federal debido a los controles en los accesos.
"En el cruce Victorino de la Plaza se dio que muchos compañeros que viven en el primer o segundo cordón del conurbano y tienen que ir a la Capital a trabajar en los puestos de distintos barrios y no los dejaron pasar los prefectos o la policía, aun teniendo el permiso", planteó Plaini.
Los canillitas están dentro de las actividades esenciales que quedaron exceptuadas de cumplir con el aislamiento preventivo y obligatorio, de acuerdo al decreto firmado por el presidente Alberto Fernández.
"Sin explicación, muchos no podían pasar, el decreto dice que estamos exceptuados, entonces las autoridades que se pongan de acuerdo y que nos faciliten las cosas", se quejó el gremialista en declaraciones a Radio 10.
Por otro lado, denunció que "el intendente de Brandsen cerró los cuatro puestos de diarios que hay" como medida preventiva frente a la pandemia y que "los compañeros se quedaron sin trabajar por una decisión de él, violando todas las normas".
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"Los canilitas estamos trabajando, llevando adelante nuestra actividad para mantener informada a la población, en una situación compleja, con miedo, con compañeros que ya no están recibiendo el paquete de diarios porque no quieren exponerse" al coronavirus, detalló Plaini.
Y finalizó: "En Capital y conurbano hay 5.000 puntos de venta de diarios y revistas, pero la venta de la prensa en papel viene bajando, hay compañeros que no llegan a fin de mes".
Esta semana, Diario Popular reveló que los puestos de diarios de Brandsen fueron cerrados de manera compulsiva y violenta por una insólita decisión del intendente Daniel Capelletti, dejando sin acceso a la información a la población, censurando a los medios de comunicación gráficos y contrariando el decreto del presidente Alberto Fernández sobre el valor de la prensa gráfica en este dramático momento.
La medida causa preocupación, indignación y absoluta impotencia porque atenta con impunidad contra la libertad de expresión, el derecho al acceso a la información de las personas y el trabajo de los canillitas.