En el año 2016 Victoria Vanucci y su esposo, el empresario Matías Garfunkel, de un día para el otro se mudaron a Miami tras una serie de desaveniencias con las empresas de comunicación que él comandaba. Se les perdió un poco el rastro... hasta ahora.
Es que se acaban de separar luego de una larga crisis, producto del exilio forzado.
Según su abogada, Ana Rosenfeld, que le lleva dos causas en nuestro país pero no los trámites de divorcio (porque ambos viven en Estados Unidos), señaló que ella “era feliz” y agregó que “Vicky cambió su vida por completo. Ya no se mueve con chofer, ahora maneja y lleva una vida simple. Se levanta a primera hora de la mañana para llevar a sus dos hijos al colegio y no cree más en la vida que tuvo. En los últimos tres años, cambió. No la reconocerían si la vieran por la calle, no sólo cambió espiritualmente sino físicamente”.
En el estado de California (antes vivían en Miami), Vanucci refundó su vida: “se hizo vegana (cuando antes acompañaba a su marido a cazar en Africa) y desde hace tiempo come lo que cosecha en su huerta orgánica o farm, como dicen por allá”, agregó Rosenfeld, que había justificado la participación en el safari aduciendo que "eran animalitos enfermos".
¿No hay veterinarios en África acaso?
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