La conductora contó cómo le impacto la llegada de "Dios" a su vida y qué signos físicos notó.
Andrea Rincón los detalles de su experiencia paranormal que le cambió la vida. La actriz habló de un proceso de "exorcismo, de vomitar sangre y de convulsionar" a raíz de su acercamiento a la religión y conocer a Dios. "Después de eso, vino un proceso de años de sanación, de renuncia, de poner en palabras".
"Es que Dios entró a mi vida y todo fue fuerte (risas). Me empezó a sanar un montón de áreas que me di cuenta de que son muchas cosas mías. Las otras personas hacen cosas, pero no te las hacen a vos. Cualquiera de mis ex se pudo haber equivocado, a las personas les pasan cosas y pueden hacer cosas que te lastimen. Pero después lo que te pasa a vos, es tuyo. Yo tenía muchas cosas que sanar en mi vida y hace un tiempo que me dediqué a sanar todo eso", comenzó Andreas, en diálogo con Infobae.
"Él (en referencia a Dios) se apareció a mi vida", manifestó Rincón, en una charla íntima sobre su acercamiento a la religión cristiana. "En realidad estaba pasando un momento muy tremendo, no sabía qué era lo que me sucedía y empecé a buscar ayuda por todos lados", reconoció la conductora de TVR, en C5N.
"Viste que uno busca la ayuda siempre para afuera y nunca se da cuenta de que la solución está dentro. Y una amiga me trajo a dos pastoras y me impusieron las manos en la espalda... ¿Viste como el exorcismo de las películas?", comparó la morocha.
"Terminé tirada en el piso convulsionando con los ojos dados vuelta. Y, después de eso, vino un proceso de años de sanación, de renuncia, de poner en palabras con los pastores… ¿Viste lo que vos hacés con los terapeutas? Bueno, hacerlo con pastores, empezar a hablar de cosas y empezar a recordar. Es muy loco, pero es un trabajo que se hace y que lleva tiempo", describió la conductora de TVR, en C5N.
"Pero el trabajo y la sanación que pude hacer con Dios no me resultó ni en la terapia ni con nada. Mirá que yo traté, ¿eh? Incluso fui a que me tiren cartas, probé de todo. Yo creía en la energía, pero un día vino Dios y me puso una piña en el mentón y me dijo: “Bueno, ¿ahora creés?“. El milagro lo viví", compartió Andrea, en voz alta.
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