Serán cuatro funciones (dos el 29 y dos el 30 de este mes) de 6.300 entradas cada una, pero ya empezaron a sumar: habrá show el martes 2 de octubre. Se enteran de que Popular quiere charlar con ellos juntos, como pareja.
A Angela Torres (Simona) ahora le brillan los ojos, como a su abuela Lolita en “Un novio para Laura” (1955) cuando miraba de cerca a Alberto Berco (en el papel de Damián).
Agustín Casanova (Dante) se “tira” en la otra punta del sillón, canchero, simpático, entrador y respetuoso, como la mayoría de los uruguayos. Se anticipa a la primera pregunta y aclara: “Voy a negar todo lo que pregunten, jaja”, dice en clara referencia a la supuesta relación sentimental.
Lo que no podés, y no pueden negar, es el éxito de Simona.
Agustín: -Eso no. Afirmativo, jaja.
¿Fue un antes y un después en la carrera de ambos?
Angela: -En la mía sí.
Agustín: -¿Esa es tu respuesta completa, nena?
Angela: -Es que en la mía fue un antes y un después. No hay dudas.
Agustín: -En la mía también. Sobre todo porque es lo primero que hago en lo actoral.
Angela: -En la actuación, se dice, nene. En la actuación. ¿Saben cómo me dijo una vez? En lugar de actriz me dijo “actora”...
Agustín: -Bueno, porque soy de Uruguay. En la actuación es mi primera vez. Es una experiencia distinta a lo que yo venía haciendo. Otra rama del arte, que disfruté y aproveché. Y voy a seguir disfrutando porque todavía queda un montón.
En estos años se dio que muchos artistas son polifacéticos. Es el caso de ustedes: cantan, bailan, actúan
Angela: Creo que sería muy difícil que seamos o tengamos una sola faceta. Quizás alguien es muy bueno en una sola rama y está bien. Pero es bueno que nos desarrollemos en distintas disciplinas. Para mi generación siempre fue así.
Agustín: -El arte es una forma de expresión. Ahí se nota la diferencia entre los seres humanos. Si yo pinto un cuadro y ella otro, seguramente serán diferentes porque cada uno se expresa a su modo.
Angela: -Ay, seguramente el mío va a ser horrible.
Agustín: -No, no lo creo (Ella agradece el piropo con carita de ternura y hasta lo acaricia) Cuando estás en la escuela, si pintás una nube violeta, lo primero que te dice la maestra es que está mal. Si uno se pone a llorar, los padres le dicen que está mal. “No llores”, le dicen. Los artistas desbloqueados logran expresar lo que sienten.
¿Se prepararon para esto?
Angela: -Yo, sí. Estudié desde muy “pendeja”. Y también trabajo desde muy chiquita. Desde los once años que actúo. En realidad, actuación no estudié tanto. Fue más lo que aprendí trabajando. Pero siempre fui a clases de canto.
Agustín: -Yo no estudié nada, jaja. Ni actuación, ni canto, ni nada de esto. Pero le pongo mucho empeño.
Angela: -Es un superdotado
Agustín: -Nah. Soy un poco obsesivo en cuanto a que cuando empiezo a hacer algo lo estudio en detalle, leo y trato de aprender.
Expectativas para el Luna.
Angela: -Yo estoy muy emocionada. La verdad es que nunca tuve un proyecto así, tan inmenso, para teatro. Es un show gigante en el que van a pasar un montón de cosas. Va a estar todo el elenco de Simona. Estoy segura de que la vamos a romper ahí arriba. Cantaremos en vivo, tendremos muchas coreografías. Aún hay mucho para ensayar y aprender. Nos quedan algunos días para ponernos las pilas. Llega con un grupo bárbaro. Sé que nos vamos divertir muchísimo.
Agustín: -Yo estoy muy tranquilo. Si Angela Torres está a la cabeza de esto, va a salir bien. (Segunda vez en pocos minutos que ella se estira para acariciarlo) Además hay muchos artistas muy profesionales.
Vos ya tocaste en el Luna con Márama, Agustín.
Agustín: -Sí, hice seis.
Angela: -Claro. Yo lo vi.
Agustín: -¡Es cierto! Sé que hicimos cuatro un año y dos en el otro. El Luna es un estadio con un escenario distinto a todos.
Angela: -A mí me había invitado su ex compañero, Fer Vázquez. Pero no llegué a tiempo para Rombai y sólo pude ver Márama.
Agustín: -¡Vamos! (Aprieta el puño)
Angela: -Me encantó. El la rompe toda y las pibas se vuelven locas por él.
Otra vez se abrazan y se acarician. Se mueren de ganas de besarse. No lo hacen, claro, porque hay mucha prensa curiosa y quieren mantener el juego de la incertidumbre.
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