"Es una serie que habla sobre el origen, sobre cómo se formó la Argentina, cómo se formó Latinoamérica, inmigrantes, personas que vinieron con sus sueños, sus deseos, sin un peso y armaron su futuro", dice de la ficción

Con ganas de reencontrarse con el gran público de la tevé y la necesidad de ‘anclar’, tal como remite él, luego de un periplo de trabajo que lo llevó fuera del país y en permanente vaivén de una a otra superproducción, Benjamín Vicuña, decidió apostar a la flamante ficción de Pol-Ka: “Argentina, Tierra de Amor y Venganza”, la tira que se estrenó este lunes a las 22 por la pantalla de El Trece y oficiar como el villano de la novela.

Luciendo el traje y chaleco gris, la corbata a rayas, el reloj de bolsillo, el bastón y la galera propios de Torcuato Ferreyra, su malicioso personaje a quien le falta una pierna, el actor chileno transmite las razones que lo llevan a entusiasmarse con este culebrón de época que protagoniza junto a Gonzalo Heredia y Eugenia China Suárez.

“Es un personaje ambicioso, violento, cruel, pero a la vez amoroso y tierno. Un tipo dispuesto a cualquier cosa con tal de cumplir con sus objetivos. Por estar mutilado, mutila a otros. Es un fundamentalista con ética y leyes propias. No es el típico villano, él también tiene sus debilidades dentro de la perversidad”, resalta de entrada respecto al rol que encarna.

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“Él es un hombre que peleó en la Guerra Civil española y le hace creer a Bruno (Albert Baró), uno de sus subordinados, que son como hermanos, pero lo traiciona y lo mata para apropiarse de su fortuna. Incluso se lleva a su hermana menor a Buenos Aires, y se casa con ella, pero ante el rechazo e indiferencia, la vende a un burdel judío sin sospechar que su joven ex compañero, en realidad, no había perdido la vida en combate”, cuenta en detalle los pormenores de la trama centrada en la inmigración principalmente europea, la decadencia política y económica y la trata de personas.

“Es una historia que realmente emociona y todos nos sentimos interpretados. Es una serie que habla sobre el origen, sobre cómo se formó la Argentina, cómo se formó Latinoamérica, inmigrantes, personas que vinieron con sus sueños, sus deseos, sin un peso y armaron su futuro. Y allí surge una historia de amor, de traición y de venganza. Está muy bien escrita, tiene un tono de melodrama, de telenovela clásica. Para cualquier actor es un sueño hacer esto’, dice Benjamín complacido por la propuesta en la que interviene un notable elenco compuesto por Andrea Frigerio, español Albert Baro conocido por su papel en Merlí, Fernán Miras (en un personaje clave), Mercedes Funes, Virginia Innocenti, Delfina Chaves, Federico Salles, Minerva (la hija del actor Alfredo Casero y actual novia del hijo de Suar, Toto) y Matías Mayer.

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Seducido por la nueva apuesta televisiva, la ex pareja de Carolina Pampita Ardohaín que logró reconstruir el amor en brazos de China Suárez, su actual compañera de reparto, coloca el foco en el valor y la entrega que despliega el libro. ‘La pasión, el empezar de cero, la solidaridad y el amor también son cosas que se rescatan. Es una historia bastante cosmopolita y eso está bastante bueno. Hay personajes italianos, andaluces, catalanes, de eso habla un poco este conventillo que es un poco el resumen de la historia. Hay gente con todos los matices, de distintos acentos que le dan un toque universal a la historia. Hay un deseo de querer como democratizar, entre comillas, la ficción. Está buenísimo’, afirma centrado en la ficción ambientada en la década del ‘30 y rodada en una superficie de 1200 metros cuadrados.

Benjamín Vicuña retorna el estrecho vínculo con la productora de Adrián Suar, tras un período de agitado cambio de suelos. ‘Desde Farsantes que no estaba en Pol-Ka y la verdad que es una familia alucinante, con gente muy piola. Están todos muy motivados por sacar un buen producto y eso se va a notar claramente’, detalla este interprete que regresa a las telenovelas luego de que en 2015 protagonizara en Telefe Entre Caníbales, con poco suceso, y tras una gran participación en 100 días para enamorarse y su labor en la serie de televisión española Vis a Vis.

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‘Esta elección del trabajo tuvo que ver justamente con haber estado moviéndome demasiado y la necesidad de poder anclar, un término que se lo robé a mi terapeuta’, sonríe.

‘Tenía vida de bombero. De aquí a correr para el otro lado cuando me llamaban a grabar. Esto está bueno porque te sirve para anclar, ordenar y también para reencontrarte con el público. Es como volver al gran público sin tener que pagar una entrada. Como lo hago en el teatro’, aclara este artista que los fines de semana se sube al escenario del Teatro Picadero con la pieza Terapia Amorosa.

‘Está bueno salir al aire, que el público te comience a dar su feedback en el día a día. Eso tiene la novela que no tiene ningún otro programa. Nosotros nos comprometemos como actores. Eso de que sean 20, 40 o 60 capítulos no tiene que ver con el trabajo del actor. Estoy cómodo actuando. Cualquier actor estaría feliz en rodar esto’.

“Hacer novela de época me despega del presente”

Encabezar esta fuerte apuesta televisiva, a Vicuña le otorga aire para comparar la actualidad con la década del 30 a la que representa en Argentina, Tierra de Amor y Venganza. Pese a las grandes distancias y los diferentes tiempos, este actor, encuentra mayores similitudes de las esperadas.

“En la tira nos damos cuenta del empoderamiento y que la revolución de la mujer viene de mucho antes. Hablamos del primer sufragio, de la moda, de lo que lucha por no ser sometida una chica de la edad de Delfina Chaves. Por otro lado, están las chicas inmigrantes, víctimas de la trata de blancas. Algo horrible que existió y por lo que hubo condenados. Mi personaje tiene muchos negocios turbios y uno de ellos es éste burdel en el que está el personaje de la China”, sostiene quién recrea a Torcuato Ferreyra, cuya discapacidad es lograda con artilugios en el set y en el trabajo de posproducción.

“Es todo un trabajo de realización, así como lo es la transformación marcando rasgos, generando arrugas y borrando tatuajes del siglo XXl. Él está discapacitado víctima de la Guerra Civil Española y es un enorme traidor. Éste es malo en serio”, sonríe en tanto, da cuenta de su predilección por ilustrar contenidos de época.

“En estos años siempre me llamaron la atención y he hecho varias cosas de época. Hice Sitiados, sobre la Conquista Chilena, así que me fui para 1590, después hice cosas de los 70, de la dictadura en Chile. También hice de Manuel Rodríguez Erdoíza, que sería como el San Martín chileno. Así que he tenido la oportunidad de viajar en el tiempo y es algo que me apasiona mucho. Me permite acceder a un imaginario que me despega del Benjamín del presente y eso es muy motivador”, confiesa el actor, que junto a Fernán Miras su compañero en la tira y Violeta Urtizberea transita el éxito de la obra Terapia Amorosa.

El rating, mal necesario

“Todos sabemos de la fuga de encendido, de las plataformas y lo que ocurre actualmente. Hay muchas plataformas, fuga de audiencia, la gente consume cada vez menos televisión abierta, y esto es una apuesta que nos dice: ‘bueno, no subestimemos al público, hagamos algo bueno’”, se exalta Benjamín respecto a la flamante realización del El Trece.

Con respecto al panorama general de la industria dice “Es imposible estar ajeno a un drama. La cantidad de canales que se están cerrando y la cantidad de oportunidades que se están dejando es tremendo. Decir que no siento una responsabilidad por que le vaya bien a la tira sería una mentira. Es imposible estar ajeno a un drama tan hondo como éste. Tengo una conciencia por la cantidad de actores que están sin laburo. Obviamente no estamos encima del minuto a minuto, no corresponde. Eso sí es un tema que se revisa a diario y lo manejan los productores. Pero si queremos que nos vaya lo mejor posible, por la industria local y todo lo que ya sabemos. No podría estar ajeno a ello ni evitar no estar con cierta expectativa de lo que pase”. Sobre volver a compartir trabajo con su mujer, Eugenia Suárez, señala por último: “No nos cruzamos mucho porque tenemos líneas paralelas. Más que en los pasillos no nos cruzamos, pero sí está bueno compartir”, suelta el actor trasandino.

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