"Nos llevamos bien, no tenemos grandes problemas. No nos peleamos casi nunca, alguna discusión pero por tonterías nada más, nada que nos afecte”, coinciden en señalar de entrada los hermanos Alexander y Charlotte Caniggia, quienes están mostrando su vida en el reality Caniggia Libre, que comenzó a emitirse el lunes pasado a las 23 por el canal MTV.
Trascartón, Charlotte agrega: “Quizás, cuando hace fiestas y encima que son grandes me enojo un montón. Estoy cansada de que haga fiestas. En ese sentido soy distinta a él ya que me gusta dormir y él sigue con la joda. Yo soy más tranquila, me gusta estar sola, ver televisión”. En el mismo sentido, Alex dice: “Ella es muy chill out, más tranqui que yo, no le gusta tanto divertirse. No hace planes de descontrol. A veces le digo que haga un poco más de ruido porque está muy callada y metida en lo suyo. La gente tiene una imagen muy distorsionada a veces de nosotros”.
Si tuviesen que definir al hermano, Charlotte, confiesa: “Es un buen chico, lo amo, me encanta que sea mi hermano, somos muy compañeros en todo. Se hace el groso... bueno, es grosso, pero en el fondo no es así. Es por lo que decíamos antes, quizás las personas nos ven muy producidos o cómo hablamos y piensan mal, pero los dos somos buenos”.
Y, Alex: “No sé, se hace un poco la diva con sus anteojos de ahora, aunque pensándolo bien, lo es. Es una grossa, siempre al top. Ella no es grasa como otras”.
Al recordar a su padre (El Pájaro Caniggia, exfutbolista), los dos comentan: “Para mí es un papá común y corriente, no es alguien a quien veamos como famoso. Cuando éramos chicos no veíamos mucha tele y cuando volvíamos a casa no estábamos enterados de lo reconocido que era, entonces siempre fue normal para nosotros. A veces la gente nos pregunta ‘cómo es tener un papá famoso’ y nosotros nos quedamos sin respuestas, es normal y punto”.
En cuanto a lo que hay en la tele, Alex piensa: “Siempre está lo mismo, se necesita de chicos en la televisión. Basta de personas grandes, el mundo está controlado por la juventud, esto tiene que cambiar, sino la tele está perdida. Sin embargo, sí veo noticias de todo el mundo y pienso en cómo está mi país, sobre todo en el tema de la inseguridad que está más o menos”. Sobre los gustos personales, responde: “No me gusta ni el champagne ni el choripán como dice nuestra canción del programa pero si me tengo que quedar con uno, prefiero el champagne”.
Y, Charlotte responde: “Sin dudas, me quedó con el alcohol. Puedo tomar copas y copas y no me canso, te lo juro por Dios. En ese sentido soy más parecida a mi mamá que a mi papá”.
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